Las selecciones de Francia, vigente campeona del mundo; Inglaterra, Turquía y la República Checa han sellado este jueves su clasificación para la fase final de la Eurocopa 2020, un billete por el que todavía tendrá que seguir peleando Portugal, la ganadora de la última edición, pese a golear por 6-0 a Lituania.
Clasificación que en el caso de Francia logró antes incluso de arrancar el duelo que le enfrentó este jueves en París con Moldavia, gracias al empate sin goles firmado horas antes por Turquía e Islandia. Un resultado que permitió al conjunto otomano sellar su pasaporte para la fase final de la Eurocopa, en un duelo en el que jugó un papel protagonista el delantero Burak Yilmaz. Y eso que el jugador del Besiktas, que estrelló un balón en el larguero en la segunda mitad, no marcó, pero sí evitó la derrota de Turquía, al sacar a los 83 minutos sobre la misma raya de gol un espectacular remate de cabeza de Hordur Magnusson que hubiera impedido la clasificación de la selección turca.
Una acción que tuvo también sus consecuencias en el Stade de France, donde la selección gala, con los deberes ya hechos, firmó una gris victoria (2-1) sobre Moldavia, un equipo que hasta ahora tan sólo había logrado ganar a Andorra. Antecedentes que no impidieron al conjunto moldavo darse el gusto de verse durante más de veinte minutos por delante en el marcador, tras aprovechar un incomprensible error del barcelonista Clement Lenglet para firmar a los nueve minutos el 0-1 por medio de Vadim Rata.
Pero si un fallo permitió a Moldavia adelantarse en el marcador, otro, en este caso del portero Alexei Koselev, que no fue capaz de atajar un falta botada por Antoine Griezmann, permitió a Francia devolver la igualada (1-1) al tanteador con un gol del jugador del Real Madrid Raphael Varane. Aunque ni así mejoró el juego del equipo francés, que pese a alinear de inicio a una línea ofensiva compuesta por Kylian Mbappé, Antoine Griezmann y Kingsley Koman con Olivier Giroud como punta de ataque, no logró doblegar al conjunto moldavo hasta los 79 minutos y de penalti Pena máxima cometida sobre el lateral izquierdo Lucas Digne y que se encargó de transformar un Giroud, que se sitúa con un total de 39 dianas a tan sólo dos goles de Michel Platini como segundo máximo realizador en la historia de la selección gala. Uno de los pocos detalles reseñables de un partido, en el que Francia, pese a la victoria final, mostró una gris imagen muy parecida a la que los de Didier Deschamps han mostrado a lo largo de toda la fase de clasificación.
Quien sí brillo, y de qué manera, fue Inglaterra, que festejó su partido internacional número mil con una contundente goleada (7-0) sobre Moldavia, que permitió a los de Gareth Southgate sellar su billete para la Eurocopa. La apuesta por la juventud del seleccionador inglés, que presentó el once titular con una media de edad más baja en los últimos sesenta años del combinado inglés, no pudo dar mejor resultado. El empuje de jugadores como Jadon Sancho, de tan sólo 19 años, Mason Mount, de 20, o Marcus Rashford, de 22, desarboló por completo a un combinado balcánico, que bastante hizo con evitar una goleada incluso mayor. Pero de nada sirvió la resistencia del equipo montenegrino ante el apetito insaciable de Harry Kane, que lideró la goleada inglesa con un triplete en los primeros 45 minutos de juego.
Los mismos que firmó el portugués Cristiano Ronaldo, que se olvidó de sus problemas con el entrenador de la Juventus de Turín, Maurizio Sarri, con un triplete ante la débil Lituania (7-0), que, sin embargo, no sirvió para asegurar la presencia del conjunto luso en la Eurocopa. Los de Fernando Santos necesitaban además del triunfo sobre el equipo lituano que Serbia no fuese capaz de vencer en casa a Luxemburgo para lograr el billete para la cita continental.
Cálculos que se encargó de desbaratar el delantero el Fulham inglés Alekdsandar Mitrovic, que con sus dos goles en la primera mitad encarriló el triunfo de la selección serbia. Pero ni aún así se libro de sufrimientos el conjunto balcánico, que se impuso finalmente por 3-2, en un choque en el que los locales acabaron pidiendo la hora ante el acoso final del conjunto luxemburgués. Todo un aviso para Portugal, que visitará el próximo domingo Luxemburgo, donde Cristiano y compañía tendrán que ganar para certificar su presencia en la Eurocopa.
Cita continental en la que sí estará la República Checa, tras imponerse este jueves por 2-1 a los sorprendente Kosovo, en un duelo en el que los checos estuvieron contra las cuerdas, tras adelantarse los balcánicos en el marcador con un gol de Atdhe Nuhiu a los cinco minutos del segundo tiempo. Un gol al que los locales respondieron en el tramo final con los tantos de Alex Kral y del defensa Ondrej Celustka, que estableció a once minutos para la conclusión el definitivo 2-1 que permitió a la selección checa sellar su pase a la fase final de una Eurocopa a la que no han faltado en ninguna edición desde 1996.