Aurelio de Laurentiis es el dueño y señor del Nápoles y cualquier jugador o entrenador que llegue a San Paolo se enfrenta a uno de los capos más importantes y más polémicos del Calcio italiano. Para bien o para mal, él manda y si no te gustan sus métodos lo mejor es que abandones la nave porque el presidente del Nápoles no es famoso por hacer concesiones.
La última jugada del máximo mandatario napolitano ha sido castigar a su plantilla, incluyendo al cuerpo técnico, con una semana obligatoria de concentración, es decir, nada de dormir en casa con la familia. Esta decisión fue hasta cierto punto respetada por los jugadores al inicio de la semana, pero ayer tras empatar a uno en la Champions ante el Salzburgo, la plantilla ha dicho basta.
La idea del presidente es que sigan concentrados hasta el fin de semana cuando tienen que enfrentarse al Genoa en la Serie A, sin embargo, los jugadores y el propio técnico, el ex del Real Madrid, Carlo Ancelotti, están decididos a no cumplir con la orden del club. Es lo que comúnmente se llama de forma coloquial como 'motín'.
La decisión no es una broma y ya la han llevado a cabo porque después de acabar el partido europeo cada jugador recogió sus cosas y se marchó a su casa para hacer la vida normal que harían sin el castigo de su presidente. Ahora toca espera, porque De Laurentiis no suele aceptar bien las derrotas.