Taribo West fue uno de los defensores más importantes del fútbol africano en los años 90 y en su dilatada carrera tuvo el privilegio de jugar en los dos equipos más importantes de Milan. West estuvo desde 1997 al 2000 en el Inter y en la siguiente temporada acabó en el eterno rival. Hasta aquí todo normal dentro de esa anormalidad que supone jugar de forma consecutiva en dos equipos que se odian deportivamente, pero hubo algo más.
Según ha explicado el propio West en un diario de su país, Nigeria, el principal motivo de su marcha de Italia no fue el rendimiento deportivo sino la mafia italiana.
"La mafia habría hecho cualquier cosa para echarme del Milán. Filtraron a la prensa que estaba lesionado y los doctores dijeron lo mismo, pero era mentira. Los corrompieron para que dijeran eso. Para ellos era impensable que un futbolista africano tomara el puesto de los veteranos como Maldini o Costacurta", comentó Taribo en dicha entrevista.
En Italia han sorprendido estas declaraciones por el contexto racista que se traduce de las declaraciones de West y mucha gente se lo ha tomado como un toque de atención. Para otros, todo lo contrario. Sus críticos hablan de una exageración por parte de un jugador que en Milan solo jugó cuatro partidos en la única temporada que disputó con el cuadro rossonero. Como curiosidad, West fue uno de los jugadores nigerianos que lograron la histórica victoria por 3-2 ante España en el Mundial de 1998 de tan mal recuerdo para los nuestros.