Ayer por la tarde presenciamos la presentación de Antoine Griezmann como nuevo jugador del FC Barcelona. A pesar de toda la polémica de las pruebas del Atlético de Madrid y su obligación a que completen el pago de los 200 millones de euros, el francés vestirá la elástica azulgrana a partir de la próxima temporada. Quedaba la incógnita del número que iba a llevar. Acostumbrados al 7 que lucía en la Real Sociedad y el Atlétcio, saltó la sorpresa en el campo con Griezmann llevando el 17 a la espalda. Muy diferente a lo que hace el Real Madrid en sus presentaciones, que hasta ahora no ha revelado ningún dorsal de sus nuevos jugadores.
No obstante, no es la primera vez que el galo lleva ese dorsal. Ese número ya lo llevó en la selección francesa sub-21 durante los cuatro años en los que fue convocado, única vez que se registra a Griezmann con el 17, pero a lo largo de su carrera futbolística ha llevado más de dos dorsales distintos. Cuando empezó su andadura con la Real Sociedad en la temporada 2009-2010, el delantero galo vistió el 27 durante esa primera temporada, ya a partir de la siguiente campaña es cuando empezó con el 7, que no soltó hasta su última temporada con el Atlético. Con la selección absoluta en 2014 llevó el número 11, fue alternando con 7 y, ya en 2016, hasta la actualidad se quedó permanente con su dorsal predilecto.
Pero la elección de los números en el FC Barcelona se está llevando a un terreno más allá de lo deportivo. Coutinho es el actual 7 culé, y con la llegada del francés todo el mundo apostaba por un cambio entre los dos jugadores, pero al final no va a ser así. Y esto tiene una connotación positiva: si pensábamos que iba a venir con una condición de estrella por el precio que ha costado, Griezmann nos ha quitado la razón. Pero esta actitud ocasional no hace que cambie su reputación tras su aparatosa salida del club rojiblanco, que negoció a sus espaldas y anunció en un vídeo en Twitter. Tiempo al tiempo.