Al éxito de los clubes de la Premier League en la Champions (Liverpool, Tottenham, Manchester United y Manchester City) se une la progresión en la Europa League del Arsenal y Chelsea, dos de los favoritos a recoger en Bakú el testigo del Atlético de Madrid.
Los gunners, que habían perdido en Rennes 3-1, no tardaron en hacerse con la eliminatoria. Precisaron los hombres de Unai Emery, tricampeón de este torneo al mando del Sevilla, tan solo un cuarto de hora. El gabonés Pierre Emerick Aubameyang abrió y cerró la cuenta y sirvió, tras partir en posible posición de fuera de juego, el segundo a Ainsley Maitland-Niles. El cuadro francés, que había sorprendido al Betis en dieciseisavos, no se rindió consciente de que un gol le metía de nuevo en liza, pero no tuvo esta vez recursos ante un rival muy superior.
Más fácil lo tenía el Chelsea en su enfrentamiento en Kiev con el Dinamo tras su triunfo por 3-0 en la ida. Su técnico, el italiano Maurizio Sarri, hizo rotaciones. No hubo problema. Los blues, vestidos de amarillo, se dieron un festín y lograron su triunfo más amplio (5-0) en esta competición. Olivier Giroud firmó un triplete y además participó activamente en el tercer tanto londinense, obra del español Marcos Alonso al borde del descanso. Callum Hudson-Odoi, que también cuajó un gran partido, completó la cuenta.
El Nápoles de Carlo Ancelotti continúa su andadura con un sobresalto. Acudió a Salzburgo con una importante renta del 3-0 del San Paolo, a la que se añadió, justo antes del cuarto de hora, un gol más, obra del polaco Arkadiusz Milik. El equipo austriaco, un clásico ya de este torneo, hizo gala de orgullo y peligrosidad, y no dobló la rodilla pese a que necesitaba cinco goles. Cayó, pero con honor y un triunfo por 3-1 que refuerza su proyecto. El israelí Munas Dabbur, que a partir de la próxima campaña jugará en el Sevilla, firmó las tablas a los 25 minutos, y el noruego Fredrik Gulbrandsen (m.65) y Christoph Leitgeb (m.92) le dieron una victoria más moral que efectiva al Salzburgo ante un Nápoles que supo manejar los tiempos.
Por contra, el Inter de Milán volvió a sufrir una nueva decepción, la enésima estos últimos años, esta vez ante un Eintracht de Fráncfort que no cesa de progresar. Uno de los delanteros de moda del fútbol europeo, el serbio Luka Jovic, aprovechó muy pronto (m.6) un grave error del zaguero holandés Stefan de Vrij para establecer el definitivo 0-1 y la fiesta de los más de los 15.000 seguidores germanos desplazados a Milán.
El Benfica remontó el 1-0 sufrido en Zagreb ante el Dinamo, aunque necesitó la prórroga que forzó el brasileño Jonas Gonçalves a los 71 minutos. En la primera parte del tiempo añadido, las águilas sellaron la clasificación con dos magníficos goles, obra de Francisco Ferreira (94) y del español Alejandro Grimaldo (105).