El Atlético de Madrid ha jugado tres partidos ante el Girona en tierras gerundenses y jamás se ha podido llevar la victoria. Sumando el duelo del año pasado en el Metropolitano, cuatro partidos y cuatro empates entre ambos. En resumen: un estadio y un rival aún sin profanar.
El partido copero en Montilivi fue otro choque interesante a nivel de alternativas. El Girona pensó más en la Liga y decidió plagar su once de suplentes dejando fuera a jugadores del calado de Stuani o Portu. Por su parte, Simeone, que volvió a ver el partido desde la grada por sanción, optó por sacar un once que si lo repite el próximo domingo en Liga ante el Levante nadie se sorprendería salvo por el cambio de Adán por Oblak, que fue decisivo.
Con un gol inicial de Griezmann a los nueve minutos de partido, el Atlético pudo dar un golpe importante a la eliminatoria, pero el error de Adán en el tanto del empate de Lozano provocó que el partido de vuelta tenga un foco de atención de alta luminosidad. El Girona, recordemos, tiene poco que perder aunque la eliminatoria, de momento, se decanta levemente para el lado colchonero.
Gol de Griezmann, error y desconexión
Hay un suceso paranormal aunque ya normal, porque se repite con bastante asiduidad, que provoca que el Atlético de Madrid fuera de casa, incluso ganando 0-1 y con el partido controlado, pase de tener el choque como una balsa de aceite para sus intereses a entrar en una pequeña depresión extrema. Dicha desconexión le hace estar periodos largos de tiempo a merced total del rival. En Montilivi volvió a pasar y es un mal endémico en la presente temporada lejos del Metropolitano.
En la primera parte ante el Girona, el equipo de Simeone tenía la eliminatoria encarrilada con un golazo de Antoine Griezmann en el minuto 9 de partido, pero al primer golpe en contra se deshizo con una facilidad preocupante. El francés, responsable directo de todo lo que sabe a gol en el Atlético en los últimos meses, evitó que el mejor inicio gerundense se tradujese en el 1-0 y con el 0-1 en el marcador, el conjunto madrileño pareció adueñarse del control del choque. Dominó la pelota, contemporizó las posesiones y los locales se vieron superados, sin embargo, todo cambió con un fallo puntual.
Ya en la recta final de la primera parte, Adán vivió en sus propias carnes la sensación de tener por delante la gigantesca sombra del mejor portero del mundo y además fallar en la oportunidad que tuvo de demostrar que puede estar bajo ella sin ningún problema. Un disparo del Choco Lozano que requería de una parada correcta, pero no exagerada, acabó con el balón dentro de la portería visitante tras una mala colocación de la mano por parte de Adán. Con diferencias aunque parecido al gol que Moyá recibió el año pasado ante el Sevilla. Oblak es mucho Oblak. 1-1 y segunda parte muy abierta.
Conexión recuperada y falta de acierto
En la columna de errores atléticos hay que apuntar la desconexión a la que antes hacíamos mención, pero igual que en ese lado del folio se coloca ese punto negativo, en el lado positivo hay que decir que el Atlético no suele cometer el mismo error dos veces. Al menos en el mismo partido, por supuesto.
Simeone hizo varios cambios en la segunda parte para mejorar a su equipo empezando por volver a retrasar a Saúl al lateral y poner en el campo a Correa dejando a Montero fuera del once. Aparte de la entrada del argentino y de la posición del ilicitano, Thomas primero y Vitolo alrededor del minuto 72’ ocuparon los puestos de Griezmann y Kalinic, respectivamente.
El Atlético agradeció los cambios y con Lemar haciendo de Griezmann más Correa y Vitolo rompiendo líneas, el Girona de Eusebio vivió una segunda parte más defensiva que ofensiva. Aún así, el 2-1 local estuvo en las botas de Doumbia que, inexplicablemente, falló con toda la portería para él. El larguero final de la primera parte y esa ocasión del delantero de Costa de Marfil dejaron con la miel en los labios a Montilivi. El Girona tuvo una en la segunda parte, pero el Atlético tuvo bastantes más. Kalinic, Vitolo, Correa, Thomas… No hubo acierto y el 1-1 quedó sellado en el marcador dando mucha vida a la vuelta. El Metropolitano, juez final.
Ficha técnica:
1 - Girona: Gorka Iraizoz; Jonás Ramalho, Bernardo Espinosa, Pedro Alcalá, Marc Muniesa, Valery Fernández; Douglas Luiz, Aleix Garcia, Seung-Ho Paik (Portu, m. 66); 'Choco' Lozano (Borja García, m. 58) y Seydou Doumbia (Àlex Granell, m. 79).
1 - Atlético de Madrid: Antonio Adán; Santiago Arias, José María Jiménez, Diego Godín, Francisco Montero (Ángel Correa, m. 45); Koke, Rodri, Saúl Ñíguez, Thomas Lemar; Antoine Griezmann (Thomas Partey, m. 58) y Nikola Kalinic (Vitolo, m. 71).
Goles: 0-1, m. 9: Antoine Griezmann. 1-1, m. 33: 'Choco' Lozano.
Árbitro: Alejandro José Hernández Hernández (Colegio canario). Amonestó a los visitantes Francisco Montero (m. 27) y Diego Godín (m. 67).
Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, disputado en el Estadio Municipal de Montilivi ante 7.770 espectadores.