No había terminado el partido del Real Madrid ante la Real Sociedad y Gareth Bale ya se había marchado del Santiago Bernabéu. Su equipo perdía 0 a 1, se esfumaban las opciones de ganar la Liga y uno de los jugadores más importantes no estaba siguiendo el partido en directo. Salió del estadio en el minuto 78 pero para estar en la calle con su coche a esa hora, tuvo que dejar su asiento unos cuantos minutos antes.
Esta noticia no pasó desapercibida para el resto de sus compañeros. Este lunes hubo dos reuniones en Valdebebas. Una, entre los futbolistas, y otra en la que sí estaba Solari. El técnico argentino, preguntado por este hecho ha afirmado que "lo de Bale lo solucionamos en la intimidad". No ha dicho nada más. Y así fue. Lo hablaron este lunes en la intimidad.
Solari, aunque no haya sido su intención, ha reconocido con esas escuetas palabras que ha pasado algo al no restar importancia a lo sucedido. Mientras Solari y Sergio Ramos, entrenador y capitán, unían fuerzas para la segunda parte de la temporada en un discurso optimista, sin reproches, sí que surgió este tema. Gareth Bale no se marchó del estadio por una urgencia personal y, por lo tanto, no ha gustado ni al cuerpo técnico y ni a sus compañeros. Y así se lo han hecho saber.