
Andréi Arshavin siempre ha tenido sobre su cabeza el cartel de jugador díscolo, polémico, talentoso y poco profesional. Dio muestras de su gran calidad en la Eurocopa de 2008 con Rusia llegando a semifinales y después mostró lingotes de su técnica en su paso por el Arsenal inglés. Sin embargo, nunca ha sido consistente.
Tras retirarse este año y divorciarse en 2017, Arshavin está viviendo una vida llena de placeres, según dicen. Su última aventura tuvo lugar en San Petersburgo donde acabó con dos acompañantes femeninas en un club de striptease del que salió visiblemente borracho. La situación acabó con el exjugador a lomos de un caballo por plena calle.
Subirse a un caballo ya es de por sí algo curioso, pero es que además la dueña del mismo denunció que Andréi no le había pagado el precio que costaba subirse al animal. Todo acabó con la Policía llegando al lugar de los hechos para poner orden.