Antoine Griezmann tiraba de ironía a su llegada al Grand Palais de París, donde este lunes se celebra la gala del Balón de Oro 2018. El delantero francés del Atlético de Madrid, consciente de que no va ganar el codiciado galardón —todas las quinielas lo sitúan en la tercera posición final tras Luka Modric y Cristiano Ronaldo—, dejaba esta perla a la entrada: "Estoy en mi país, así que esto ya es un placer. Es una noche muy bonita y quiero disfrutarla. Vamos a ver los votos y es normal estar aquí, es una pena que no estén todos pero para mí es importante. Sería una pena que no lo gane un francés, a lo mejor es que la Copa de Europa es más importante que un Mundial, pero veremos...".
Griezmann ha llegado a la capital francesa junto a los dos jugadores con los que conquistó el Mundial y ahora comparte colores en el Atlético de Madrid, Thomas Lemar y Lucas Hernández, además del presidente del club rojiblanco, Enrique Cerezo.