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Así trabaja un analista táctico en un equipo como el Atlético de Madrid de Simeone

Javier Madrid, director de cantera y adjunto a la dirección del FC Cartagena, trabajó dentro del cuerpo técnico del Cholo. LD ha charlado con él.

Previa de un partido en el Wanda Metropoliltano de la pasada Europa League. | Javier Madrid

El fútbol evoluciona día a día y ha convertido cualquier partido, independientemente de la categoría en la que se dispute, en una auténtica batalla de ajedrez llena de estrategias y análisis. En ese contexto, una figura ha ganado peso con el paso del tiempo llegando a formar actualmente parte de los cuerpos técnicos de los mejores clubes del panorama mundial.

El analista táctico ya es uno más dentro del organigrama de los equipos de élite, pero no sólo en las más altas esferas se encuentra presente esta labor. En Libertad Digital hemos hablado con Javier Madrid, que a día de hoy es director de cantera y adjunto a la dirección deportiva del FC Cartagena en la Segunda División B. Anteriormente trabajó dentro del cuerpo técnico de Diego Pablo Simeone conquistando junto al Atlético de Madrid la Europa League de la temporada 2017/2018. Hemos charlado con él para saber cómo trabaja en el Cartagena y los secretos de trabajar en la élite como analista deportivo del equipo madrileño.

Pregunta: ¿En qué consiste exactamente el trabajo de analista?

Respuesta: El trabajo de analista es una labor un poco oscura dentro y fuera del terreno de juego y que está compuesta de muchas horas de observación, análisis e interpretación. Creo que hay veces que ni los jugadores ni algunos miembros del cuerpo técnico saben lo que hacemos, pero nuestra labor es observar e interpretar todos los movimientos individuales y grupales, ofensivos y defensivos, propios y del rival para encontrar los puntos fuertes y débiles de nuestro equipo y del conjunto al que nos vamos a enfrentar.

P: Para dejarlo claro y que nadie se confunda, ¿qué diferencia hay entre análisis y scouting?

R: Hay que diferenciarlo muy bien. El analista está dentro del cuerpo técnico del equipo y observa el juego y los partidos para detectar patrones. Todo ello les sirve al entrenador y a sus ayudantes para trabajar durante la semana de cara al siguiente partido. También existe la figura del director deportivo y luego está la del secretario técnico que es el encargado de observar y controlar el mercado de las diferentes ligas. Ahí quedaría englobado el trabajo de scouting.

P: ¿Qué labor o labores desempeña actualmente en el FC Cartagena?

R: Ahora mismo tengo dos labores: soy director de la cantera y estoy adjunto a la dirección deportiva del club. Tenemos un proyecto a largo plazo a nivel de cantera aparte de un departamento de captación, otro de metodología con los técnicos en aspectos teóricos y prácticos, el desarrollo en la demarcación de portero de jugadores con características propias del club y por último una parte de trabajo psicológico para inculcar valores como el fair play desde la base. Como director deportivo hemos creado un sistema de captación buscando siempre las raíces y las características del jugador cartagenero para a partir de ahí trabajar la metodología. Antes de estar en el Atlético de Madrid estuve en el Cartagena como analista.

P: A un nivel más global, ¿goza el analista español de buena salud en comparación con otras potencias?

R: Hay un nivel muy alto en España. Cada vez tenemos mejor cantera de analistas. Han influido mucho la figura de hombres como André Villas-Boas que empezó siendo analista de Mourinho, las redes sociales aunque haya mucha información confusa en ese sentido y también la cantidad de cursos especializados en este sentido. Además ya no es algo exclusivo de la élite. En el fútbol amateur se nota mucho la mejoría. En muchos casos, el fútbol base a veces tiene métodos técnicos y humanos mucho mejores que los que se pueden ver en Primera División por la comunicación y la cercanía interpersonal.

P: ¿Cómo es la relación del analista con los futbolistas profesionales en caso de que se tenga de forma directa o indirecta?

R: En este caso tenemos la suerte de que nosotros no nos dirigimos a los futbolistas de forma directa dentro del esquema de trabajo. Eso nos da una ventaja porque saben que no somos los entrenadores y muchas veces prefieren escuchar esa voz a la que no están acostumbrados. Pero lo he comentado anteriormente, a veces no saben ni lo que hacemos. Cada caso es un mundo. Algunos no te tienen en cuenta y otro sí quieren ver sus errores. La diferencia entre el fútbol de élite y el modesto está en las relaciones personales con ellos.

P: ¿Cómo es trabajar con un entrenador como Diego Pablo Simeone en el Atlético de Madrid?

R: He convivido con él directamente. Es un entrenador que siempre estaba encantado de recibir todo tipo de vídeos y datos sobre rivales, aspectos propios o individuales… De todo. Combina a la perfección la parte intuitiva con la parte de análisis. Por otro lado daba igual jugar contra el último que jugar la final de la Europa League. Pensaba también en lo emocional para su toma de decisiones. Es un gran estratega. Él siempre saca lo mejor de su plantilla y es capaz de enmascarar algo individual con la capacidad de todo el grupo. Les hace creer que son los mejores del mundo haciendo lo que él les pide y trabaja con las virtudes de su equipo para hacer daño y buscar las debilidades del rival.

P: ¿Cómo era el sistema de trabajo y de filtros de información en el Atlético?

R: El primer gran filtro lo hacíamos nosotros en el grupo de analistas que formábamos parte del cuerpo técnico. Buscábamos ver gran cantidad de partidos que tuviesen una buena calidad de observación: ver al rival contra equipos de diferente nivel, con modelos de juego igual u opuesto al nuestro, su comportamiento ante ellos... Entre los tres analistas hacíamos esa parte y luego el segundo entrenador elegía la información que se iba a pasar posteriormente al cuerpo técnico. Al final era Simeone el que hacía su estrategia de trabajo y de partido con esos datos y con lo que él pensaba. Le pasábamos datos individuales, patrones o acciones a balón parado, sobre todo.

P: La labor en semanas con tres partidos imagino que aumentaría la dificultad

R: Es totalmente caótico para todo. A nivel personal te cansa mentalmente y genera mucho estrés. Casi no nos daba tiempo a memorizar partidos, nombres o tácticas de otros equipos. Los recuperadores, por su parte, tenían que agilizar los tiempos de recuperación y eso influía. Para nosotros lo mismo. Tienes tanta fatiga tras observar muchos partidos que acabas muy cansado, porque no hay que olvidar que somos humanos. Verse tres partidos por día es complicado cuando llevas muchos meses de competición. Según va pasando el año y se aumenta la exigencia al final se acaba dando cada vez menos información porque ya no llega igual de fresca al futbolista. Luego dentro del equipo, hay algunos compañeros que trabajan más en el largo plazo y luego siempre hay un analista que trabaja más en lo inmediato, en el corto plazo, el descanso etc. Suele ser un modelo de trabajo general en Primera División. Unos viajan y ven partidos en directo y otros estamos más integrados en el día a día.

P: ¿Qué opina de los críticos que hablan de Simeone como un entrenador que se preocupa más de la parte defensiva que de la ofensiva?

R: Me llama la atención. De puertas hacia fuera identifican a los equipos del Cholo con equipos que son muy buenos defensivamente, intensos, agresivos y que encajan poco, etc. Pero hay que ver cómo ataca. Siempre se equilibra bien, rara vez los laterales se equivocan y se encuentran por delante de la línea del balón, los centrocampistas equilibran bien al equipo cuando tienen la pelota… Claro que tiene posesiones con poco riesgo, pero se asegura de que al atacar no pierdan el balón en zonas comprometidas. Eso no es sólo defender bien. Es atacar correctamente. Eso muchas veces se confunde. Si no sales en fase ofensiva con 40 pases parece que no juegas bien. Simeone marca la diferencia con cómo tienen el balón en ataque para defender bien después. Es un equipo que tácticamente ha tenido una riqueza brutal a todos los niveles. Ha jugado con muchísimos sistemas. No es lo mismo Koke por dentro que por fuera o jugar con Correa en el campo o no. El bloque se mantiene en nombres e identidad y han llegado otros jugadores que han ayudado con sus características a mantener esa línea.

P: ¿Qué le parece la interpretación que muchas veces se hace de las estadísticas?

R: Hay muchas veces que la estadística que leemos en redes sociales no está bien argumentada. Te pongo un ejemplo. El otro día leí que el 69,2% de los partidos que se habían ganando en Primera en una jornada concreta eran de equipos que no habían ganado la posesión. Ya por ese dato se piensa que se está imponiendo un tipo de juego más defensivo y no es así. Hay otros estudios que nos dicen que la posesión del balón va en función de un factor como el resultado parcial. Cuando van ganando ceden la iniciativa. A veces se ve un número y se dan por hecho cosas sin analizar.

P: ¿Cuál diría que es la diferencia entre el fútbol amateur y el de élite a nivel de análisis?

R: Hay dos diferencias: el dinero y las personas. El dinero te permite comprar mejores jugadores o tener un gran estadio, pero resta valor personal. Es más difícil expresar tus emociones en un club grande que un club más modesto. Por eso prefiero el fútbol modesto porque te permite hacer cosas como desayunar con socios y aficionados o tener la puerta del técnico y presidente siempre abierta para poder hablar con ellos. Cuanto más te identifiques con un club mejor. El ejemplo en la élite es el Eibar. Hay que vivir allí para sentir cómo es ese equipo.

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