Isco ha disputado 54 minutos en los cuatro partidos que ha dirigido Solari. Muy poco, y más si tenemos en cuenta que ha habido rotaciones, partidos donde han jugado suplentes como en Melilla. La única explicación que ha dado el técnico argentino, fue tras el partido en Vigo. "Sabemos de la calidad de Isco y lo especial que es. Se está entrenando para ponerse a tope. Salió de una operación delicada y no es fácil salir, pero se está entrenando como todos. Todos lo que hemos sido futbolistas sabemos que se trata de entrenar y estar al máximo", afirmó. Solari aludió a la operación de apendicitis a la que se sometió Isco el 25 de septiembre. Hace mes y medio.
El clásico, ante el Barcelona, se disputó el 28 de octubre. Hace más de 15 días. ¿Por qué ahora no juega y sí lo hizo en el Camp Nou, en el partido más complicado y con menos días tras pasar por quirófano? Porque la operación ha podido influir en la decisión de Lopetegui pero no es el motivo principal por el que el jugador ha sido relegado a un segundo plano. La historia comienza con Julen Lopetegui.
Tal y como adelantamos anoche en El Primer Palo, el técnico vasco, informado por los servicios médicos, era consciente de que el estado físico de Isco no era ni mucho menos el idóneo. Las pruebas así lo decían. La cantidad de oxígeno a los pulmones que necesitaba, la masa corporal... Sin embargo, y pese a tener esta información, Lopetegui decidió seguir apostando por Isco como se demostró en el Camp Nou.
La llegada de Solari cambio la situación por completo. Tal y como informamos en Liberad Digital, el presidente del Real Madrid le pidió que fuese "entrenador y no político". No quería que se repitieran los errores de Lopetegui. Quería que fuera justo y sentara a quien se lo mereciese, independientemente de su estatus. Y así está siendo. Solari tiene la misma información que tenía Lopetegui y él sí la está teniendo en cuenta. Está siendo justo y no político, como le pidió Florentino Pérez. Isco no está en plenas condiciones físicas y ese es el motivo de su suplencia.
Isco tiene en su mano volver a gozar de minutos, pero el mensaje de Solari está ahí. En el partido de Champions League, ante el Viktoria Plizen, Vinicius salió antes que él. Y en Vigo, tras el golpe en el tobillo a Gareth Bale, mandó calentar a Vinicius y Asensio. Isco no se movió del banquillo.