Kylian Mbappé, casualidad o no, sigue siendo tema de conversación en Madrid. Indirectamente ahonda aún más en la crisis blanca, ya que su fichaje se frustró el verano pasado cuando decidió cambiar Mónaco por París. Ahora campa a sus anchas por los estadios galos anotando auténticos golazos. En la noche del domingo, fue el gran protagonista en el PSG.
Castigado por llegar tarde
La sorpresa saltaba en el Estadio del Velodrome cuando se conoció el once de Thomas Tuchel donde no aparecían ni Rabiot ni Mbappé. Esta decisión no obedecía a ningún tipo de problema físico, ni siquiera táctico, el técnico alemán les dejó en la banca por, como en la rueda de prensa posterior explicó, "llegar tarde a la charla técnica".
Un castigo de carácter disciplinario que obedece a la poca tensión e intensidad mostrada por sus dos pupilos en las horas previas al choque ante el Marsella. "Odio jugar sin Kylian y menos un partido así. Fue una situación disciplinaria, y es lo que teníamos que hacer", aseveró.
Charla con Buffon en el calentamieto
El siguiente episodio en el día de Mbappé fue, sobre el césped, la charla motivadora que le regaló Gianluigi Buffon tras conocer su suplencia. Es posible que sus palabras le diesen la motivación suficiente como para convertirse en el héroe de la noche.
Buffon como "hermano" mayor de Mbappe. El francés llega tarde a la charla y Tuchel le deja fuera del 11. Mientras los titulares calientan, Buffon habla con Mbappe, supongo que de lo sucedido: pic.twitter.com/HF5Oi9UZBB
— Rafa Peinado (@peinado90) October 29, 2018
Golazo y héroe de la noche
Tuchel le dio entrada en el minuto 62', justo tres minutos antes de anotar su golazo. Una cabalgada desde el centro del campo que resultó imparable para la zaga rival. Una imagen que, a muchos, les devolverá a 1994 cuando un delantero brasileño de aspecto tosco, pero muy habilidoso comenzaba a despuntar en el PSV.
Meanwhile in Paris 🤦🏻♂️ pic.twitter.com/ZVvOltiV9l
— Josean (@_Joseansito) October 28, 2018
De momento Mbappé no se ha pronunciado, pero lo que está claro es que las palabras de Buffon deben de haber calado hondo en el francés.