The Sun explica en su edición de jueves la medida que ha decidido tomar Roman Abramovich para acabar con el problema antisemita que existe entre los aficionados del Chelsea. Es bastante habitual que en Stamford Bridge se escuchen algunos cánticos racistas en la grada y, lo común, era la retirada del abono y una multa.
Los tiempos cambian y el máximo mandatario del Chelsea, judío, ha procedido a implantar una solución: dará a elegir a aquellos aficionados que sean identificados entre perder el abono para lo que resta de temporada o viajar a Auschwitz para iniciar un curso donde conocerán de primera mano las atrocidades cometidas por los nazis en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.
Chelsea plan to send racist fans on visits to experience the horrors of Auschwitz | @MartinLipton https://t.co/MwHqgIDPO1
— The Sun Football ⚽ (@TheSunFootball) October 11, 2018
Bruce Buck, el presidente del Chelsea, asegura que "si simplemente no permites la entrada, no cambiarán su comportamiento. Estamos dando la oportunidad de que se den cuenta de lo que han hecho y de cambiar su comportamiento para mejor".
En numerosas ocasiones los hinchas blues han sido detenidos por actos antisemitas. Por ejemplo, en 2017, varios fueron arrestados por propinar una paliza a aficionados del Leicester. Cuando se miden con el Tottenham, les llaman yids, forma despectiva de llamarles judíos –su presidente, Daniel Levy, profesa la religión–, e incluso a Morata le cantaron: "Álvaro Morata, he has come from Madrid and he hates the fucking yids" ("Álvaro Morata ha venido de Madrid y odia a los putos judíos"). El delantero lo agradeció, pero les pidió que no lo repitiesen.