Hace cuatro años, en octubre de 2014, este periódico sacó del baúl del olvido el caso de Carlos Henrique Raposo, un farsante que en los años 80 se hizo pasar por futbolista para tratar de lucrarse a costa del deporte rey cuando en realidad no sabía ni dar una patada a un balón. La historia de este tuercebotas brasileño, considerado uno de los mayores estafadores en el mundo del fútbol, la contó con maestría Tolo Leal en Libertad Digital y fue seguida por miles de lectores. Desde aquí volvemos a recomendar con fervor su lectura.
El caso es que ahora el mundo del fútbol vuelve a registrar otro caso con bastantes similitudes años después. Su protagonista es Dionicio Farid Rodríguez, un joven mexicano de 19 años que logró engañar a todos haciéndose pasar por jugador de la Juventus de Turín. Y para ello, a diferencia de Raposo, se apoyó en las nuevas tecnologías. A través de su cuenta de Instagram —ahora cerrada, después de haber llegado a tener más de 16.000 seguidores—, Rodríguez, nacido en un pueblo del estado de Oaxaca llamado Teotitlán de Flores Magón —de unos 8.500 habitantes— se inventó su vida como futbolista haciendo creer al mundo su historia como jugador de la Vecchia Signora.
Contó que jugaba en las categorías inferiores del club piamontés, en concreto como defensa central, y que incluso había marcado diez goles con la camiseta bianconera, tres de ellos en la Youth League (la Champions juvenil).
De ser un completo desconocido a convertirse en todo un ídolo: la imagen de Dionicio Farid Rodríguez aparecía en periódicos locales de México, incluso firmando autógrafos. Una joven promesa azteca en las filas de uno de los clubes más importantes de Europa. Casi nada. Ya se sabe cómo se vive el fútbol en América Latina.
En México fue objeto de reportajes y entrevistas donde se contaba el supuesto interés de la Juventus en Dionicio. En ellos, se aseguraba que el joven fue a Estados Unidos para firmar con algún equipo de la Major League Soccer (MLS) y que fue ahí donde la Vecchia Signora se habría fijado en él. No sólo eso, sino que Dionicio Farid también ha dado charlas y ha firmado autógrafos a niños como supuesta gran promesa de la Juve.
Antes de viajar a Estados Unidos, Dionicio Rodríguez supuestamente había jugado en las Fuerzas Básicas de Lobos BUAP y también habría pasado por Pumas UNAM. Incluso se decía que había llegado a disputar unos minutos con la selección mexicana sub-20.
Todo mentira. Lo que en realidad ocurrió es que el impostor oaxaqueño suplantó la identidad de Joao Serrao, defensa central portugués de 18 años que sí juega en la Juventus. En su equipo primavera (como se conoce a los filiales en Italia), para más señas. Dionicio se había dedicado a falsificar imágenes reales de Serrao para tratar de suplantarle e intentar con ello que nadie se diera cuenta. Sencillamente surrealista.
Así, no es de extrañar que enseguida se descubriera el pastel. Dionicio, por quien según él también se habían interesado dos equipos españoles (Rayo Vallecano y Getafe), quedó retratado a las primeras de cambio y descubierto como lo que es: un impostor. Su historia ha dado la vuelta al mundo y recuerda a la que ya protagonizó Carlos Henrique Raposo, hace ya más de tres décadas. De farsantes está el mundo lleno...