El derbi sevillano no acaba cuando el árbitro pita el final. Tampoco lo hace un mes después. El derbi sevillano sólo acaba cuando comienza el siguiente. Así funciona en Sevilla y así será esta temporada. El 1-0 del Betis seguirá dando que hablar en la ciudad hispalense hasta el choque de vuelta que se celebrará en el Sánchez Pizjuán en la segunda vuelta.
El detalle importante que sobredimensiona la situación actual es que el 1-0 de Joaquín viene marcado por una decisión anterior que condicionó el encuentro. Nunca sabremos qué hubiera pasado si Roque Mesa no hubiese visto la cartulina roja por, según el colegiado, interponerse en el camino del portero rival, Pau López, pero lo que está claro es que la jugada condicionó el choque.
En las últimas horas, el Comité de Competición ha retirado la segunda amarilla vista por el jugador del Sevilla y le quitó la razón al colegiado que, lejos de ver agresión de Pau, pitó todo lo contrario. La guerra ya existía por la rivalidad entre ambos clubes, pero este hecho ha aumentado la tensión.
El último en hablar ha sido el entrenador del Betis, Quique Setién, que se mostró irónico con el Sevilla y sus quejas: "Que miren a ver si pueden impugnar el partido también". Antes dio su versión Pau López: "Al final, el que decide es el árbitro. Yo intento sacar rápido, se pone en medio Roque Mesa y lo expulsa. Poco tengo que decir yo ahí, decide el árbitro y también hay un VAR que lo ayuda".
En el Sevilla, por supuesto, entienden todo lo contrario. Pablo Machín, técnico del cuadro hispalense, lo dejó claro nada más acabar el choque: "Para eso, mejor que arbitren en el BAR con B tomando unas cañas". Roque Mesa también se defendió: "Las imágenes están ahí".
Vista la situación y con la ya sabida "guasa" sevillana, el derbi entre Betis y Sevilla se sigue jugando.