La afición madridista está viviendo un verano complicado. Se marchó Cristiano Ronaldo, se fueron con él 50 goles por temporada de media, y el madridismo esperaba con los brazos abiertos a su nueva estrella...¿Neymar? ¿Mbappé? ¿Hazard? ¿Kane? Ninguno de ellos ha aterrizado en el Santiago Bernabéu.
Hasta el momento, y no parece que vaya a haber una gran incorporación, las caras nuevas para esta temporada son Courtois, Odriozola y Vinícius Jr. La única novedad en el ataque del Real Madrid es el joven brasileño. El carioca, con toda la ilusión de un niño, ha ido dejando detalles en cada partido de pretemporada que ha jugado.
Jugó de titular el primer partido contra el Manchester United, y dejó su primer sello con una triple bicicleta sobre Fosu Mensah que aun sigue buscándole por el Hard Rock Stadium de Miami. Vinicius ya empezaba a ganar la atención de los aficionados.
En el segundo partido le tocó jugar la segunda parte, pero solo necesito estar un minuto sobre el terreno de juego para hacer una gran jugada que acabó con asistencia para el gol de Marco Asensio. Frente a la Roma, en el último partido amistoso fuera de España tuvo algo más de 30 minutos, y volvió a dejar detalles que, sumado a todo lo anterior, provocó que el madridismo se ilusionase con él.
Llegó el día del trofeo Santiago Bernabéu, ante una afición con ganas de verle, pero el brasileño apenas tuvo 10 minutos para mostrar de lo que era capaz. Eso si, el estadio le ovacionó, y cada vez que tocaba el balón sonaba el runrún.
Desde ese momento no se ha vuelto a ver a Vinicius. Dos partidos oficiales, y el brasileño ni siquiera ha calentado. En la Supercopa de Europa el revulsivo para la prórroga fue Borja Mayoral, y en liga los cambios fueron Lucas Vázquez, Luka Modric y Casemiro.
La afición sigue esperando a Vinícius, pero Lopetegui lo tiene claro, no hay prisa. Tiene 18 años, tiene potencial, y deja detalles del crack que puede ser, pero aun le falta, sobre todo tácticamente. Tiene que adaptarse al fútbol europeo, y más concretamente a lo que le pide su entrenador, que le irá dando minutos poco a poco. No quiere que la presión mediática lo eche a perder. Vinícius mientras tanto sigue esperando su oportunidad.