La casas de apuestas en Italia, tienen los días contados. Al menos, en el fútbol. El viceprimer ministro Luigi Di Maio daba la noticia en una conferencia de prensa: "Creo que esta es una industria que se ha vuelto demasiado grande a costa de la salud y la dignidad de la gente: vamos a reducirla", decía. Esta regulación forma parte de un decreto denominado Decreto de Dignidad.
Se espera que el 1 de enero de 2019 entre en vigor el veto a la publicidad de casas de apuestas en el fútbol italiano. Sin embargo, a los equipos que ya tengan contratos para más allá de esa fecha, se les permitirá continuar con su publicidad hasta que ese contrato expire. Los clubes que no cumplan con el veto podrían enfrentarse a multas de 50.000 euros en adelante.
Además de ser el primer país europeo en introducir estas medidas, el viceprimer ministro pretende también presionar a la Unión Europea para que tomen ejemplo y se aprueben medidas similares. Di Maio, que es también responsable de Industria y Bienestar, afirmó que las apuestas estaban arruinando a las familias y que esto también afectaba en el presupuesto sanitario.
Según unos estudios realizados por el Consejo Nacional de Investigaciones de Italia, en 2007 alrededor de 100.000 personas tuvieron problemas de ludopatía con las apuestas. Diez años después, esta cifra se ha multiplicado por cuatro y ya son 400.000 personas las que tienen problemas con el juego.
Las reacciones por parte de los clubes italianos no se han hecho esperar. El presidente del Genoa, Enrico Preziosi, dijo que la medida era "inaceptable". Claudio Fenucci, directivo del Bologna, no se quedaba corto y decía que el decreto "es una locura". También se pronunció al respecto Silvio Berlusconi, ex-presidente del Milan que expresaba que lo único que iban a conseguir era que los equipos tuvieran menos dinero y así se humillaría a los fans. ¿Debería hacer lo mismo La Liga?