Irán se llevó un tremendo disgusto tras comprobar que el VAR anulaba, por fuera de juego, el tanto de Ezatolahi que suponía el empate momentáneo (1-1).
Tras celebrar por todo lo alto el gol, llegó la decepción. El asistente había levantado la bandera, el árbitro solicitó el VAR y tras dos minutos de tensión y angustia, llegaba la confirmación. Era fuera de juego y el tanto no subía al marcador.
Queiroz y su cuerpo técnico quedaron tocados. El subidón de adrenalina se transformó en decepción. Demasiadas emociones contrapuestas en muy poco tiempo. Algunos corazones sufrieron de lo lindo. Al que más le afectó fue a Mohsen Mogamedkia, del departamento de prensa de Irán, que tuvo que ser hospitalizado tras la decisión del VAR.
Queiroz, seleccionador iraní, dio la voz de alarma tras el partido: "Estamos preocupados porque un miembro de nuestro staff sufrió problemas de salud después de la decisión del videoarbitraje. Fuimos al hospital. Esperemos que esté bien. Nuestras oraciones están con él".
Afortunadamente, tras ser explorado, los médicos comprobaron que se encontraba estable y Mohsen pudo regresar a Moscú con el resto de la expedición iraní.