De un lado, Pelé. Para muchos, incluido la FIFA, el mejor delantero del Siglo XX. Para no pocos, el mejor futbolista de la historia. Oficialmente reconocido como el mejor goleador de todos los tiempos, al conseguir anotar 1151 goles en 1225 partidos jugados.
Del otro, Arthur Friedenreich. Un nombre que, seguro, habrán visto por primera vez ahora mismo muchos de nuestros lectores. También brasileño, también internacional, pero en una época en la que las estadísticas brillaban por su ausencia.
¿Quién de los dos creen que lleva más goles? Pues, supuestamente –porque no oficialmente- Friedenreich. Sí, no Pelé. Friedenreich.
Rompiendo esquemas
Arthur Friedenreich nació el 18 de julio de 1892 en Sao Paulo, hijo de una lavandera negra hija de esclavos y de un empresario alemán emigrado a Brasil. Criado en el humilde barrio de Bexiga, aprendió desde pequeño a jugar en la calle, con un balón remendado a mano con trapos.
Irrumpió en 1909, con 17 años, en el Germania de Sao Paulo, donde le permitieron jugar al ser un club integrado por inmigrantes alemanes. En un fútbol brasileño dominado por los blancos de clase media y alta, era extraña la presencia de un negro. De hecho, durante sus primeros años como profesional se le prohibió formar parte de la selección brasileña, por culpa de una normativa que impedía a los futbolistas negros representar al país. De nada servían sus declaraciones patriotas, ni sus peinados engominados hacia atrás a la moda de los futbolistas blancos.
También su manera de jugar resultaba extraña en el fútbol brasileño de la época. Una mezcla perfecta entre habilidad, creatividad y pragmatismo. El mismo juego que practicaba en las calles. Su resistencia física también era atípica, algo que le valió el sobrenombre de 'Tigre'.
En su trayectoria futbolística discurrió por muchos equipos, siempre en su Brasil natal. Santos, Flamengo, Sao Paulo o Internacional de Porto Alegre son solo algunos ejemplos. Y en todos ellos, un denominador común: la facilidad de Friedenreich para anotar goles. En su carrera ganó siete campeonatos paulistas, y en al menos tres de ellos fue el máximo goleador. Raro era el partido en el que no anotaba un gol.
Hay que reseñar que entonces los sistemas de registro eran muy defectuosos, por lo que jamás se ha podido –ni se podrá- ratificar la cifra de goles que se le atribuye. Y es que en sus 26 años de carrera futbolística (se retiró a los 43 años), se calcula que anotó 1.329 goles en 1.239 encuentros entre los 11 equipos en que militó, y la selección brasileña.
Pero ni siquiera la FIFA y la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol) se ponen de acuerdo a la hora de reconocerle el número de partidos y de goles. La cifra oficial que se le reconoce (al menos por parte de la FIFA) es la de 550 goles en 560 partidos, lo que en cualquier caso determinaría una media de 0,98 goles por partido.
Una cifra muy similar –pero superior- a la que le reconoce la IFFHS a Pelé: 541 goles en 560 partidos oficiales a lo largo de su carrera. Fuera de la oficialidad se le atribuyen a O Rei 1151 goles en 1225 partidos, lo que determina una media de 0’94 goles por partido. Nuevamente, por debajo de Arthur Friedenreich.
El registro de sus goles
El primero que comenzó a registrar los tantos de Friedenreich fue su padre Oscar, que lo hizo desde que debutara en el Germania de Sao Paulo. A partir de 1918 es su amigo y también futbolista Mario de Andrade.
En 1962 Mario de Andrade afirmó disponer de todas las fichas de todos los partidos disputados por Friedenreich. Y que esas fichas determinaban un total de 1329 goles en 1239 partidos. Pero Andrade nunca mostró sus registros.
Años más tarde, las cifras fueron incluidas en el libro ‘Los Gigantes del fútbol de Brasil’ (1965), además de en otros libros y enciclopedias, quedando de ese modo como la cifra que se le atribuye a Friedenreich, y siendo según éstas el máximo goleador en la historia del fútbol.
Por su parte, la RSSSF (Rec. Sport Soccer Statistics Foundation, organización internacional amateur dedicada a recopilar estadísticas de fútbol) analizó los tantos recogidos por los periódicos brasileños Correo Paulistano y O Estado de S.Paulo, que determinaban una cifra final de 554 goles en 561 partidos. Se mantiene el promedio de 0’98 goles por partido.
En Fried vs Pelé, libro escrito por Duarte Filho y Severino, se tratan otros números, 558 goles en 562 partidos.
Y la IFFHS le reconoce 354 goles en 323 partidos oficiales de la primera división brasileña, lo que arroja un promedio de 1,11 goles por partido.
Como pueden observar, diferentes registros según la fuente que se escoja. Incluso con grandes diferencias entre unos y otros. Pero, en cualquier caso, en todos ellos per encima de Pele.
La primera gran estrella negra en Brasil
Lo que sí ha quedado registrado para la historia de Friedenreich es su importancia en los primeros logros de la selección brasileña de fútbol. En los dos primeros Campeonatos Sudamericanos que conquistó, en 1919 y 1922, estuvo presente el delantero de Sao Paulo.
Especialmente brillante fue su participación en Sudamericano de 1919, disputado en Río de Janeiro. Friedenreich fue el máximo goleador del campeonato, con cuatro tantos en cuatro partidos, incluido el que le daba la victoria a Brasil en la final* disputada ante Uruguay. También fue elegido mejor jugador de aquel Sudamericano.
Arthur Friedenreich fallecía el 6 de septiembre de 1969, a la edad de 77 años.
*El partido entre Brasil y Uurugay de 1919 no fue estrictamente una final, ya que se trató de un partido de desempate entre ambas selecciones al haber empatado a puntos durante el campeonato. Tras empatar a cero se jugaron dos tiempos suplementarios de 30 minutos cada uno, siendo hasta la fecha el partido más largo de la historia con 150 minutos de juego. El resultado final fue de 1 a 0 gracias al tanto marcado por Friedenreich en el minuto 122.