Paolo Guerrero se perderá el Mundial de Rusia. El Depredador, estrella de la selección peruana, fue sancionado con 14 meses de suspensión por dar positivo por benzoilecgonina, un metabolito de la cocaína. Este elemento solo se encuentra en la cocaína o en el té de coca, ambos prohibidos por la Agencia Mundial Antidopaje, siendo considerada una droga social.
En los últimos días, los apoyos que ha recibido el jugador han sido numerosos. Desde los capitanes de las selecciones que están encuadrados en el mismo grupo que la selección peruana en el Mundial de Rusia, Francia, Dinamarca y Australia, han solicitado lque el delantero dispute la Copa del Mundo.
La FIFPro (Federación Internacional de Futbolistas Profesionales), mediante sus redes sociales, señaló que los tres estandartes de las selecciones mencionadas firmaron una carta en señal de apoyo hacia Paolo Guerrero.
Los capitanes de Francia, Dinamarca, Australia se han unido hoy en FIFPro pidiéndole a la FIFA que Paolo Guerrero juegue el Mundial. Una carta firmada por Hugo Lloris, Simon Kjaer y Mile Jedinak ha sido enviada a la FIFA. Solidaridad
LATEST: National team captains of France, Denmark and Australia have today joined @FIFPro in asking @FIFAcom to let Paolo Guerrero play in the @FIFAWorldCup. An official letter signed by Hugo #Lloris, @simonkjaer1989 and Mile #Jedinak has been sent to @FIFAcom. #Solidarity pic.twitter.com/4fGZLSgA2a
— FIFPro (@FIFPro) May 21, 2018
El último en sumarse a la petición de indulto para el futbolista de 34 años del Flamengo –el de Rusia sería el primer Mundial de su vida y probablemente el último–, ha sido Diego Armando Maradona.
El astro argentino intenta aportar su granito de arena para ayudar a Poalo... a su manera. Maradona ha sido fuertemente criticado por la manera que utiliza para pedir el perdón para Guerrero. Comparando la situación del Pistolero con la suya propia –Diego fue adicto a la cocaína y dio positivo en el Mundial de Estados Unidos en 1994–. Diego llama enfermo a Guerrero, dando por hecho que consume habitualmente cocaína.
A continuación, reproducimos la carta del Pelusa reclamando clemencia para Paolo Guerrero:
Hoy quiero estar al lado de Paolo Guerrero, en este momento tan feo que a mí también me tocó pasar. Yo tuve una enfermedad, y nadie se apiadó de mí, al contrario. Incluso hoy, algunos que la van de fenómenos, me lo siguen recordando. A mí nadie me ofreció una salida en aquél momento, y creo que esto se tiene que terminar. Si la nueva FIFA condena a aquellos jugadores que hacen feliz a la gente, por haber cometido un error, no deberían sacarle el trabajo, deberían ayudarlo a curarse. Porque esto es una enfermedad. No es cuestión de ponerle una crema. No. Esto es una enfermedad maligna! Yo hace 14 años que dejé la droga. Y si le sirve a Guerrero, aferrarse a sus seres queridos puede ayudarlo a sobrellevar este difícil momento. Los doctores de FIFA están ahí para cobrar su sueldo, para decir si es positivo o negativo, y nada más. Ellos no miran un partido de fútbol ni por televisión. Yo creo que la prevención siempre es mejor que 14 meses de castigo. Esto lo digo porque lo viví en carne propia. A mí no me sorprendió en absoluto, porque en aquella época estaban Blatter y Grondona, dos ladrones. Pero hoy tenemos un presidente que va a saber interpretar mis palabras. Yo creo que ese es el camino. Le deseo lo mejor a Paolo, espero verlo jugando en Rusia, y le mando un saludo a todo Perú!
El principal argumento que utiliza Guerrero para su defensa es que el dopaje fue totalmente accidental y ocurrió al ingerir un té que contenía restos de un mate de coca, lo que hizo que se detectara en su organismo la benzoilecgonina, principal metabolito de esta hoja.
El carácter no intencional de la ingesta y el hecho de que la dosis hallada en el organismo del futbolista era totalmente insuficiente como para considerar que podía mejorar su rendimiento o darle alguna ventaja quedaron corroborados por el TAS, que aún así, sancionó con 14 meses de suspensión a la estrella peruana al considerar que había cometido negligencia y que, para estos casos, la sanción mínima era de un año y la máxima de dos. Una sanción que ha destrozando el sueño de Paolo y de todo un país.