El Barcelona tiene tan atado el fichaje de Griezmann que ha preguntado a la FIFA por una posible sanción. Las dudas surgen porque el jugador tiene contrato hasta 2022 y tendrán que pagar la cláusula de rescisión de 100 millones de euros. La FIFA le ha dado el visto bueno al ser un traspaso entre dos clubes pertenecientes a la misma federación de fútbol. Si fuese un traspaso internacional, sí tendrían que haber mirado las reglas particulares de cada país.
Pese a ello, sí hay un conflicto nacional en el que La Liga sería el juez entre Barcelona y Atlético de Madrid. Ya lo avisó Gil Marín en el comunicado: "El Atlético de Madrid exigirá al Barcelona ante las instancias correspondientes las indemnizaciones que correspondan por su conducta inadecuada". Y es que la Federación Española de Fútbol prohíbe mantener contactos con un jugador hasta seis meses antes de que finalice su contrato. Una regla, que por otro lado, casi ningún club cumple.
El Barcelona, ante la posibilidad de una denuncia del Atlético amparándose en esta norma anteriormente citada, ya tiene pensado como responder. El Real Decreto Ley, que ampara las cláusulas de rescisión, invalida la norma que prohíbe el contacto con jugadores que tienen contrato en vigor.
Los servicios jurídicos del Barcelona también han consultado la posibilidad de que el Atlético les exija 200 millones de euros –su cláusula actual– en lugar de los 100 que tendrá a partir del 1 de julio. El club azulgrana entiende que tienen razón y pagarán la mínima cantidad cuando se reduzca la cláusula de Griezmann.
Griezmann tiene una cláusula por si se arrepiente
Tras el partido ante el Arsenal en Londres, Griezmann dejó en el aíre la posibilidad de que se quedara en el Atlético de Madrid. "Estamos hablando con el club para ver qué se puede hacer", dijo. En ese instante, el delantero francés ya tenía un acuerdo con el Barcelona pero, ¿y si le habían convencido para quedarse? No sería la primera vez que algo así sucede. Ya le pasó a Diego Costa cuando se marchó al Chelsea. Y de nuevo, ha pasado algo similar.
El Barcelona, para evitar cualquier paso atrás por parte de Griezmann, incluyó una cláusula de penalización similar a la que Florentino Pérez impuso a Figo cuando este fichó por el Real Madrid. Esta información, que publica ABC, hace que Griezmann esté atado de pies y manos. Si el delantero se arrepiente de su fichaje, tendrá que indemnizar al Barcelona.
Este es el mayor obstáculo que tiene el Atlético de Madrid para retener a Griezmann. El equipo rojiblanco está dispuesto a pagarle 20 millones de euros por temporada, es decir, cobraría más que en el Barcelona.