Cristiano Ronaldo asombró al mundo entero en el partido ante la Juventus con uno de los recursos más estéticos del fútbol: la chilena. Pero, ¿por qué se llama así y quién fue su inventor?
El honor recae en un futbolista vasco, Ramón Unzaga. Unzaga emigró, allá por 1905, junto a sus padres a las costas chilenas.
En el año 1912, una delegación deportiva de Talcahuano, impresionada por la tremenda calidad del joven vasco, lo integró al equipo. Unzaga tenía tan solo 18 años. Ese fue el comienzo de una brillante carrera futbolística. Ramón decidió adoptar la nacionalidad chilena y, a la larga, se convertiría en una de las principales figuras que ha vestido la Roja.
Unzaga terminó sus estudios y comenzó a trabajar en el departamento de contabilidad de la mina Schwager, gran productora de carbón que abastecía casi la totalidad del consumo del país. Sin embargo, su gran pasión era el fútbol, por lo que luchó con todas sus fuerzas para conseguir abrirse camino en el balompié.
Por aquellos años, Talcahuano aportaba de su cantera a la mayoría de los jugadores de las selecciones chilenas, especialmente dirigidas por el entrenador uruguayo Juan Bertone.
En el año 1914, mientras Europa se sumía en una cruenta guerra, Unzaga, en el estadio El Morro de Talcahuano, hizo que los presentes se llevaran las manos a la cabeza tras ejecutar un movimiento jamás visto. Con coraje y decisión lanzaba su cuerpo al aire, de espaldas al suelo, y sus piernas disparaban la pelota hacia atrás, en un repentino vaivén de hojas de tijera. Como pertenecía a La Escuela Chorera, en un primer momento se le conoció con el apelativo de la chorera.
Fue en el sudamericano de 1920, cuya sede fue Chile, donde la jugada se hizo internacional. Chile no logró firmar un buen torneo, Uruguay fue el vencedor, pero su participación aportaría al fútbol algo mucho más importante que una victoria. Fue en este campeonato donde Unzaga vuelve a repetir su mejor truco jamás antes visto lo que le valdría para inscribir su nombre para siempre en la historia del fútbol, después de que un grupo de periodistas argentinos tomaran buen nota de la jugada y la bautizaran como la chilena.
Unzaga siguió ejecutando la chilena en todos y cada uno de los sudamericanos en los que participó. Argentinos, brasileños, uruguayos... todos comenzaron a imitarle y a difundir por el mundo el espectacular recurso.
La chilena llega a España
A pesar de que Unzaga fue el padre biológico de la chilena, hubo varios demandantes que quisieron ponerse la medalla como sus inventores. El legendario delantero brasileño Leónidas, cuya elasticidad hizo que se ganara el apodo de el hombre de goma, afirmó que había creado este movimiento. Pero según sugieren los registros, lo usó por primera vez para su club, el Bonsucesso, en 1932, más de una década después que Unzaga.
La cronología juega todavía más en contra de Carlo Parola, el defensa central de la Juventus, quien usaba este truco tan a menudo que era conocido en Italia como Signor Rovesciata (Sr. Chilena) y Doug Ellis, el "letal" presidente del Aston Villa que afirmó haber inventado este movimiento mientras jugaba para el Southport durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, para entonces la chilena ya había logrado notoriedad internacional. En 1927, el club chileno Colo-Colo hizo una gira por Europa y su capitán y fundador, el delantero de 24 años David Arellano, realizaba este truco tan a menudo que fue muy aclamado en España, hasta que murió de una peritonitis tras chocar con otro jugador durante un partido en Valladolid.
Unzaga, que recibió tentadoras ofertas desde el extranjero, prefirió quedarse en Chile y en el equipo de sus amores, el Estrella del Mar de Talcahuano. Don Ramón ya había hecho historia.