Gran triunfo de la selección española en el Wanda Metropolitano, en su último compromiso antes de concentrarse para el Mundial de Rusia. Después del empate contra Alemania en Düsseldorf, el equipo de Julen Lopetegui, liderado por un extraordinario Isco Alarcón, ha pasado por encima (6-1) de una Argentina que, con las ausencias de Messi, Di María y Agüero, fue siempre un juguete roto en manos del conjunto local. Paliza histórica de España a Argentina. Tras una primera parte algo más igualada, en la segunda no hubo color y los europeos le dieron un repaso en toda regla a la Albiceleste, que fue un coladero en defensa.
Julen Lopetegui realizó algunos retoques con respecto al amistoso del pasado viernes, dando entrada en el once a Marco Asensio y Diego Costa. El balear, que dio un show, aportó calidad y dio dos asistencias, mientras que el de Lagarto, todo pundonor, peleó cada balón y se dejó el alma en el primer gol de la noche. Una vez más, el peso ofensivo de la Selección recayó en Isco, que firmó un partidazo y volvió a poner magia sobre el césped, firmando el que ha sido su mejor encuentro en mucho tiempo. Iniesta, por su parte, demostró que aún tiene cuerda para rato. El manchego trabajó a destajo para echar una mano en el centro del campo, donde Koke y Thiago sufrieron en algunas fases de la primera parte para frenar las rápidas transiciones del combinado sudamericano.
A diferencia del partido de Alemania, Lopetegui apostó esta vez por un 4-5-1 y no un 4-3-3, con la intención de poblar el centro del campo. Como cada vez que la Selección juega en casa, Gerard Piqué volvió a escuchar pitos por parte de la hinchada española –aunque luego los cambiaría por aplausos–, que también dedicó algún que otro cántico a Carles Puigdemont. El central azulgrana tuvo que trabajar a destajo junto a Sergio Ramos –buen partido del camero, que acaba de ser padre por tercera vez, aunque también dejó algún que otro de sus regalos habituales– para frenar el ataque albiceste, donde Giovanni Lo Celso –más entonado el jugador del PSG jugando de mediapunta que de mediocentro, como hizo en la ida en Champions ante el Real Madrid– dejó su sello de calidad. De hecho, fue el mejor de Argentina esta noche junto al debutante Meza.
En la otra cara de la moneda, Higuaín volvió a estar fallón. El delantero de la Juventus tuvo una ocasión inmejorable para haber estrenado el marcador, después de una rapidísima jugada de Argentina a la contra –el equipo de Sampaoli sufría con la pelota en su poder, pero era muy velo en las transiciones–, pero marró solo ante De Gea. Fue de lo poco destacado que dejó el Pipita sobre el césped, antes de ser sustituido, a la hora de partido, por Lautaro Martínez. Quien no perdonó fue España. A los 12 minutos llegó el 1-0, obra de Diego Costa. El 19 de España aprovechó un buen balón de Asensio para meter el pie con coraje y batir a Sergio Romero. Chocaron el delantero del Atlético y el guardameta del Manchester United, pero la peor parte se la llevó este último, que minutos después tendría que ser sustituido por Willy Caballero.
Se vino entonces arriba la selección española, que intensificó su presión. En esa labor destacó Isco, que brilló tanto en ataque como defensa. Pero Argentina no le perdió la cara al partido y, después de un tímido aviso de Higuaín, a los 27 minutos gozó de su primera gran ocasión. Con Lo Celso y Meza como protagonistas. Gran pared entre ambos, plantándose el de Independiente con mucho peligro en el área de David de Gea, aunque Ramos metió el pie lo justo para desviar a córner. Fue la acción que hizo reaccionar definitivamente a España, que no tardó en aumentar su ventaja con el primer gol de Isco. El malagueño se aprovechó de un gran centro raso de Asensio para batir a Caballero. España se gustaba y gustaba a la afición, que jaleaba a los suyos con "olés" a la media hora. No era para menos, viendo el juego del equipo de Lopetegui y que la ventaja ante los de Sampaoli ya era importante.
El partido estaba para el tercer gol de España, pero lo que llegaría antes del descanso fue el 2-1. En una acción aislada. A la salida de un córner, Otamendi cabeceó un balón que sorprendió a David de Gea. Demasiado premio para una Albiceleste rácana, que esperó su oportunidad a la contra y que, sin Messi, es mucho menos Argentina. Isco, por su parte, iba a lo suyo: grandes cambios de juego, regates de fantasía, pases de tiralíneas… la pena es que, como le ocurre en el Real Madrid, en alguna que otra ocasión se adornaba en exceso y le costaba soltar el balón. Se le acabaría perdonando con su partido de fantasía.
Con la exigua ventaja española se llegó al descanso, pero no tardó en caer el tercero, al poco de volver de vestuarios. Iago Aspas entró al campo por Diego Costa, dotando de más calidad al ataque español, y en una de sus primeras intervenciones fue clave en el 3-1. El de Moaña se había quedado sin ángulo ante la salida de Caballero, pero pudo habilitar a un Isco que llegaba desde atrás para acabar batiendo a Willy. Era el gol que necesitaba España y que premiaba su superioridad. Pero aún hubo más porque llegó el cuarto sólo tres minutos después. De nuevo gracias a la magia de Isco, que quiso habilitar para Thiago Alcántara. La pelota la tocó lo justo Iago Aspas para el jugador del Bayern, y éste remató raso para colocar la pelota lejos del alcance del cancerbero del Manchester City.
La grada del Wanda Metropolitano vio cercana la posibilidad de que a Argentina le cayera una goleada de escándalo, y así fue. Porque los de Sampaoli apenas inquietaban el área de De Gea, si acaso en los balones aéreos –por ahí fue por donde más sufrió España–, mientras que el equipo de Lopetegui se gustaba cada vez más. Y demostró tener un hambre voraz, con el Mundial de Rusia a menos de tres meses vista. Así acabarían llegando los dos últimos goles, en apenas un minuto: en el 74’, Iago Aspas aprovechó un tremendo saque en largo de De Gea, que retrató a la zaga argentina, para batir a Caballero en su media salida, mientras que Isco echó el cierre a la contienda, sólo unos segundos después, con otro soberbio tanto que ponía el broche de oro a su extraordinario partido. Pese a que su protagonismo en el Real Madrid está cada vez más cuestionado, el malagueño es vital en la Selección. No sólo irá al Mundial con España, sino que además será pieza clave e indiscutible en los esquemas de Lopetegui. Se llevó el del Arroyo de la Miel una fenomenal ovación en el Wanda. En la otra cara de la moneda, Higuaín fue abucheado por los aficionados.
De ahí al final, lo más destacable fue el debut con España de Marcos Alonso y Dani Parejo, así como las patadas sin ton ni son de los jugadores argentinos, que perdieron los papeles y, a falta de fútbol, demostraron su impotencia con entradas absurdas que buscaban más hacer daño que otra cosa. En definitiva, histórica goleada de España ante Argentina, con Isco al frente de la nave, que le permite cargarse de moral de cara a la cita de Rusia. ¿Por qué no soñar otra vez, como hace ocho años en Sudáfrica? Desde luego, por lo visto esta noche, hay motivos...
Ficha técnica
España, 6: De Gea; Carvajal, Piqué (Azpilicueta, m.72), Sergio Ramos, Jordi Alba (Marcos Alonso, m.79); Koke, Thiago (Parejo, m.83), Iniesta (Saúl, m.56), Isco (Lucas Vázquez, m.76), Marco Asensio; y Diego Costa (Iago Aspas, m.46)
Argentina, 1: Romero (Caballero, m.22); Bustos (Mercado, m.62), Tagliafico, Otamendi, Rojo, Macherano (Pavón, m.56), Biglia; Banega (Pablo Pérez, m.62), Meza, Lo Celso (Acuña, m.84) e Higuaín (Lautaro Martínez, m.59)
Goles: 1-0, m.12: Diego Costa; 2-0, m.27: Isco; 2-1, m.39: Otamendi; 3-1, m.52: Isco; 4-1, m.55: Thiago; 5-1, m.74: Aspas; 6-1, m.75: Isco
Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra). Mostró tarjeta amarilla a Isco (m.68) y Ramos (m.88), de España; y a Tagliafico (m.68), Meza (m.82) y Pavón (m.89), de Argentina
Incidencias: Partido amistoso internacional disputado en el Wanda Metropolitano lleno, ante 65.541 espectadores. Sergio Ramos recibió una camiseta conmemorativa por alcanzar 150 partidos como internacional absoluto