Por suerte para el Atlético de Madrid y para su afición, Simeone, independientemente de lo que se diga desde el exterior por parte de propios y extraños, sí respeta la Europa League y va a por ella como si de la Champions se tratase. Solo así se puede explicar que los rojiblancos firmen en lo que llevan de competición 13 goles a favor y sólo dos en contra en un total de cuatro partidos. En el vestuario nadie baja los brazos y en Rusia con el 8-1 global en la eliminatoria lo volvieron a demostrar.
Este Atlético de Madrid tiene una plantilla corta, pero le vale para seguir ganando en España y en Europa. El equipo que el Cholo puso en liza en Rusia bien podría haber jugado una eliminatoria más cerrada. De hecho, el centro del campo que jugó en el estadio del Lokomotiv fue el mismo que jugó en el Sánchez Pizjuán y en el Camp Nou: Koke, Saúl, Thomas y Gabi.
¿Trámite sin emoción? Para Simeone no. Él respeta hasta los amistosos y así se ganan títulos en el cholismo. El argentino quiere en el barco a los que piensan así, no a los que esperan a unas presumibles semifinales para tomarse en serio la Europa League. En el vestuario parece que no hay nadie esperando en el muelle sino que están todos dentro de la nave del Cholo.
Primera parte de tanteo
El 1-5 en Moscú se fraguó con una gran actitud por parte de los rojiblancos que tantearon al rival en el primer acto para machacar en el segundo. Salió con fuerza el equipo de Simeone y con esa carga extra de motivación que sólo alguien como el Cholo puede inculcar tras el 3-0 de la ida, los madrileños dominaron al principio y al final de la primera parte. Eso les sirvió para ponerse por delante en el marcador merced al 0-1 de Correa. Pared del argentino con Koke, regate al defensor y disparo cruzado a la red. Fácil.
Con lo que no contaba Simeone era con la pequeña congelación que sufrió su equipo tras el gol inicial. No fue por el frío sino por la falta de tensión por lo que llegó el empate del Lokomotiv. A la tercera fue la vencida para los rusos que se toparon en dos ocasiones previas al gol con Werner antes de que Rybus marcase el empate con un gran tanto desde fuera del área. Encajó gol el recambio de Oblak, pero sus sensaciones en la eliminatoria han dejado más luces que sombras.
La primera parte finalizó con el Atlético volviendo a dominar todos los tiempos del partido y ese control evidente sólo fue el preludio de la avalancha rojiblanca que tuvo lugar en el segundo acto.
Cuatro goles y susto de órdago con Filipe
1-1 en el marcador, 3-0 en la ida, mucho frío, partido con poca motivación más allá de cumplir el trámite… Le importan muy poco los tópicos a Simeone e incluso con la victoria en el bolsillo quiso meter en el campo a Griezmann para seguir jugando de forma competitiva el partido en Moscú. Quizá si Filipe no se hubiese lesionado habría habido tiempo para ver a los canteranos rojiblancos presentes en el expedición, pero el cambio del brasileño sumado al de Vrsaljko por Juanfran al descanso y a la entrada de Griezmann dejaron fuera del choque a los más jóvenes y a Vitolo.
Fue el gran lunar del Atlético de Madrid en el partido. Filipe. El lateral se jugó el todo por el todo para salvar el 2-2 de Éder y acabó recibiendo una patada que le causó un fuerte traumatismo en su pierna izquierda. Antes de la peor noticia del partido llegó el 1-2 de Saúl nada más comenzar la segunda parte y ya sin Filipe en el campo, Fernando Torres sació su apetito de goles y minutos marcando el 1-3 de penalti y el 1-4 a pase de Correa. Griezmann, que había entrado con 1-2 en el marcador generando el penalti del tercero, terminó de cerrar la manita con una vaselina de arquitecto. El galo golpeó la pelota y diseñó el ángulo perfecto para colocar la misma lejos de los dominios de Kochenkov. Golazo y a casa.
Obviando la gran y lógica preocupación por Filipe, el Atlético salió de Rusia con el convencimiento de seguir estando en el pico más alto de su rendimiento en la presente temporada. Giménez da buena fe de ello en la defensa y sólo es uno de los innumerables ejemplos que se pueden poner. El rumbo de la nave cholista, velas desplegadas al máximo, sigue apuntando a la final de Lyon.
Ficha técnica:
1 - Lokomotiv Moscú: Kochenkov; Lisov, Chorluka (Pejcinovic, min.74), Kverkvelia, Rybus; Denísov, Kolomeitsev (Tarásov, min.63), Antón Miranchuk, Alexéi Miranchuk; Manuel Fernandes y Farfán (Éder, min.46).
5 - Atlético de Madrid: Werner; Juanfran (Vrsajlko, min.46), Giménez, Godín, Filipe Luis (Lucas Hernández, min.63); Thomas, Saúl (Griezmann, min.60), Gabi, Koke; Correa y Torres.
Goles: 0-1, min, 16: Correa. 1-1, min.20: Rybus. 1-2, min.47: Saúl. 1-3, min.65: Torres (penalti). 1-4, min.70: Torres. 1-5, min. 85: Griezmann.
Árbitro: Artur Días (POR).
Incidencias: partido de los octavos de final de la Liga Europa disputado en el estadio del Lokomotiv ante 22.000 espectadores (dos tercios). Los líneas del campo estaban marcadas con cal roja debido a la nieve.