Este lunes por la tarde (19:00, hora peninsular española) termina el plazo para que el entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, presente alegaciones sobre el lazo amarillo, después de que la Federación Inglesa de Fútbol (FA, por sus siglas inglés) le abriera expediente hace diez días por lucir este símbolo durante los partidos de la Premier League, FA Cup y Carabao Cup (Copa de la Liga), así como en las ruedas de prensa.
Un lazo amarillo que se ha convertido en un símbolo de protesta de los separatistas catalanes para reclamar la libertad de los Jordis —Jordi Sánchez y Jordi Cuixart—, en prisión desde hace más de cuatro meses, y de Joaquim Forn y Oriol Junqueras, encarcelados desde el pasado 2 de noviembre, todos ellos con cargos de rebelión, sedición y malversación de fondos. Un símbolo que, además, el propio Guardiola se atreve a comparar con el lazo rosa de la lucha contra el cáncer o el rojo contra el sida, lo que ha costado numerosas críticas al técnico de Sampedor.
La última de ellas llega en boca del presidente de la FA, Martin Glenn, quien ha dicho desde Zúrich que "no queremos equipos de fútbol para mostrar símbolos políticos". En este sentido, el dirigente recuerda el problema que ya tuvieron en Inglaterra con las amapolas, el símbolo utilizado en memoria los caídos la Primera Guerra Mundial —y con el tiempo, de todas las víctimas militares— que estuvieron prohibidas durante varios meses.
"El problema que tuvimos con las amapolas es que una persona en la FIFA parecía pensar que se trataban de un símbolo político. Luchamos mucho contra esa idea, y afortunadamente el sentido común imperó (...) Hemos reescrito la norma 4 para que las cosas como una amapola estén bien, pero no así con cosas que pueden provocar división. Y éstas podrían ser la Estrella de David, la hoz y el martillo, una esvástica o un dibujo de Robert Mugabe en la camisa... éstas son las cosas que no queremos. ¿Dónde trazamos la línea? ¿Debemos dejar que alguien exhiba una insignia del ISIS o del UKIP (partido de ultraderecha británico)?", se pregunta Glenn.
"Y para ser honesto y muy claro", añade el presidente de la FA, "el lazo amarillo de Guardiola es una postura política, es un símbolo de la independencia de Cataluña, y puedo decir que hay muchos más españoles, no catalanes, que están jodidos por eso". "Por eso hay que ser bastante duro para que las organizaciones locales, regionales y nacionales no puedan usar camisetas ni equipos de fútbol para representar esas ideas", apuntó.
Obligado a disculparse
Después de estas palabras sobre la Estrella de David, que el Consejo de Liderazgo Judío (Jewish Leadership Council, en inglés) ha calificado de "ofensivas" e "inaceptables", Martin Glenn se vio obligado a pedir perdón. "Me gustaría disculparme por cualquier ofensa causada por los ejemplos que di cuando me referí a símbolos religiosos o políticos en el fútbol, especialmente cuando hablé de la Estrella de David, que es un símbolo importante para toda la población judía en el mundo", decía el jefe de la FA.