Ya tenemos final de la Copa del Rey: Barcelona-Sevilla. Hay contendientes, el choque se jugará el 21 de abril, pero, oficialmente, no hay sede para el encuentro. Parecía que esta temporada no habría los mismos problemas que en ediciones anteriores al tener al Wanda Metropolitano como escenario, no oficial, pero sí oficioso. La situación ha cambiado.
El problema para la Federación es que los dos equipos en liza no ven al Metropolitano como su primera opción y además el calendario del Atlético de Madrid complica la situación. El partido se juega el 21 de abril y ese fin de semana, el equipo de Simeone juega ante el Betis como local. En el caso de las preferencias catalanas y andaluzas, para el Barcelona, como es habitual, lo mejor sería el Santiago Bernabéu y para el Sevilla lo sería el Estadio Olímpico de la Cartuja.
Casi todo el mundo daba por hecho que la final sería en el Wanda Metropolitano y esa elección parecía confirmada cuando Kokehabló justo después de la eliminación de su equipo ante el Sevilla: "Es una pena no poder jugar la final en nuestro estadio".
Los representantes de la RFEF han comentado recientemente que no han confirmado la sede de la final y que cualquier declaración anterior que no sea oficial no es válida. Lo que parece claro es que el Santiago Bernabéu está descartado, como ya ha pasado en las otras dos ocasiones en las que el Barcelona ha solicitado jugar en el campo del Real Madrid. Mestalla se antoja como otra de las opciones para la final.
El próximo lunes, si no hay variaciones, se conocerá la sede del partido definitivo de la Copa del Rey 2018.