Para pasar una eliminatoria hay que cumplir dos funciones vitales: ser sólidos en primer lugar y aprovechar después las ocasiones como si no fueses a tener ninguna más en los 180 minutos que dura el combate. Esas dos premisas las cumplió a rajatabla el Sevilla y el Atlético estuvo muy lejos de acercarse a ambos requisitos. Esa es la única realidad de lo visto en los cuartos de final entre andaluces y madrileños. Así de simple. Cruel para unos y maravilloso para los otros.
Simeone vio a su equipo deshacerse en la ida con el 1-1 y en la vuelta más de lo mismo con el penalti tonto de Saúl que provocó el 2-1. Ese no es el Atlético que ha conseguido tantos títulos desde 2011 hasta 2014. Ni siquiera se acerca. Encaja goles, arriba es previsible y carece de una falta de mordiente tan voraz que por momentos bajan los brazos ante la imposibilidad de crear oportunidades. El equipo del Cholo, a día de hoy, no compite creyendo en que puede ganar a cualquiera y en una semana el Sevilla ha revivido merced a esa sensación de falta de fe en los rojiblancos.
En el Sánchez Pizjuán no estaba Diego Costa, pero que a nadie se le olvide que hasta hace muy poco la gran estrella del Atlético de Madrid tenía acento francés. Griezmann es, para bien y para mal, la esperanza rojiblanca porque de poco sirve que Costa le ponga ganas y muerda el césped para avanzar metros si no hay un elemento que enlace entre la medular y el ataque. Ese es el papel de Antoine. Un genio, sin ninguna duda. Es capaz de reventar partidos con su clase y con su forma de mover él solo a todo un equipo. Pero el galo no está. Griezmann no aparece y cuando lo hace tiene retales de estrella fugaz.
Se puede entrar a valorar el partido sin tomar nota del contexto y hablar del gran gol de Sevilla en el minuto 1 con una gran jugada liderada por Sarabia y finiquitada por Escudero. También del impresionante gol de un mago del balón como es Griezmann, que rescató las esperanzas del Atlético con un soberbio tanto en el minuto 13. Todo eso se puede contar, pero la esencia de la eliminatoria está en las sensaciones globales e individuales. Un ejemplo. El Sevilla vuela con Banega dirigiendo y su rival no encontró la batuta de Koke. Sólo ese hecho en sí es más importante que los goles ya que la cara y la cruz de los dos directores de orquesta ha marcado el que puedan materializarse o echarse de menos esos tantos.
El cuadro de Montella se ha beneficiado de un centro del campo sólido y bien enlazado con el ataque. N'Zonzi sostiene, Banega dirige y Sarabia genera. Tres piezas perfectamente engrasadas. Simeone se ha desesperado viendo como su puzzle no seguía los mismos pasos que el de su rival. Gabi está sólo para sostener, Koke no está dirigiendo la medular de la misma forma en la que lo hacía hace ya un tiempo y le ha faltado un Sarabia que dé el salto de calidad y que pase de amagar a golpear. Incluso Saúl falló en el choque de vuelta con el penalti que cometió ante Correa y que Banega transformó en el 2-1 nada más comenzar el segundo acto.
SI Simeone repasa toda la eliminatoria verá que sus piezas en el tablero no han funcionado. Y le puso ganas el Cholo para que eso pasase. Ya sólo con el planteamiento de jugar con tres centrales con Vrsaljko y Saúl actuando como carrileros se pudo ver que el argentino buscó algo diferente. Un atisbo de ese Atlético serio atrás y peligroso arriba, pero no
Tampoco hubo suerte en momentos puntuales. Sergio Rico se encargó de evitar con un paradón el 2-2 de Correa que pudo romper la desigualdad de la eliminatoria. Carrasco, Torres y Thomas no cambiaron nada en el último acto de desesperación cholista y Sarabia remató el partido con el 3-1 en la recta final. ¿Qué hay en común en todo lo dicho hasta aquí? Que un equipo amagó con su plantilla por debajo del aprobado y el otro golpeó con sus hombres en el mejor nivel posible.
La realidad es la que es. El Atlético está fuera de la Champions y de la Copa del Rey mientras que Liga está a once puntos. Sólo queda la Europa League. Suena muy mal, pero no hay mucho más a lo que agarrarse. Queda temporada y de camino a junio se pueden ir revisando los cambios a realizar en verano. Lo único que parece seguro, aunque sea época de criticar su figura con famosos clichés de ciclos y ciclones, es que Simeone seguirá al frente de la nave. Cuidado Cholo, te estaban esperando.
Ficha técnica
Sevilla, 3: Sergio Rico; Jesús Navas, Mercado, Lenglet, Escudero; N'Zonzi, Éver Banega; Sarabia, Mudo Vázquez (Pizarro, m.84), Correa (Nolito, m.87); y Muriel (Ben Yedder, m.73)
Atlético de Madrid, 1: Moyá; Vrsaljko, Giménez (Thomas, m.64), Godín, Lucas; Gabi (Fernando Torres, m.56), Saúl, Correa (Carrasco, m.60), Koke; Griezmann y Gameiro
Goles: 1-0, m.1: Escudero; 1-1, m.13: Griezmann; 2-1, m.48: Banega, de penalti; 3-1, m.79: Sarabia
Árbitro: Martínez Munuera (Comité valenciano). Expulsó al técnico del Atlético, Diego Simeone (m.81), por protestar al árbitro. Además, amonestó a los locales Banega (m.27), Franco Vázquez (m.54), Jesús Navas (m.63) y Mercado (m.90), y a los visitantes Giménez (m.18), Gabi (m.54) y Ángel Correa (m.57)
Incidencias: Partido de vuelta de cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 40.000 espectadores, entre ellos casi un centenar de seguidores atléticos. Césped en buen estado