
Ángel María Villar sigue haciendo lo que le viene en gana. El actual presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Juan Luis Larrea, instó a su antecesor en el cargo —que se encuentra suspendido durante un año a raíz de la Operación Soule—, a que dejara de acercarse a la sede del organismo, la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, para evitar situaciones incómodas.
Pero Villar ha hecho oídos sordos a las peticiones del donostiarra y este miércoles ha acudido a la tradicional comida de Navidad de los miembros de la RFEF ante la sorpresa de todos los presentes.
Antes de la comida, la Junta Directiva de la Federación Española de Fútbol (RFEF) acordaba aplazar sin fecha la Asamblea General que debe votar la moción de censura promovida por Luis Rubiales y que iba a ser el 16 de enero, ya que ha fijado el 29 de ese mes como fecha para las elecciones parciales a las vacantes en la misma.