Parte del fútbol base canario está indignado. Consideran un abuso que el equipo filial de la Unión Deportiva Las Palmas se enfrente a rivales muy inferiores como es el caso de Las Coloradas. Un desequilibrio que en ocasiones cuesta enormes disgustos a niños que practican su deporte favorito no solo para saber competir, también, y sobre todo, para divertirse. Al fin y al cabo estamos hablando de niños de 11 y 12 años.
Este fin de semana, el equipo alevín B de la Unión Deportiva Las Palmas se enfrentó al equipo alevín B de Las Coloradas. Líder contra colista. La UD Las Coloradas que no había sumado ni un punto, con 147 goles encajados y sólo 12 anotados.
La UD Las Palmas apabulló a su rival. Al descanso ya ganaban 24-0 y en la segunda parte casi duplicaron esa cifra hasta llegar a 47 goles en los apenas 70 minutos que dura un partido de categoría Alevín. Un resultado que hundió a los niños de Las Coloradas y que reabre el debate en las redes sociales.
¿No se podría buscar un sistema de competIción en el que se eviten estas desigualdades? ¿No debería el entrenador del equipo pío pío haber cortado la sangría? Es cierto que es importante inculcar a los niños competitividad, pero nunca jamás sin perder la humildad ni la humanidad. Ver a tus rivales llorando y destrozados anímicamente en el campo no debe hacer sentir orgullo a nadie.