Victoria para el equipo de Pep Guardiola por 1-2 sobre el equipo de José Mourinho, choque de máxima tensión en Manchester entre United y City y final del partido. Así debió quedar el derbi inglés entre ambos conjuntos, pero la batalla futbolística pasó a convertirse en guerra entre las dos plantillas dentro del vestuario.
Según las informaciones que llegan desde Inglaterra, un número cercano a 20 personas divididas en miembros de ambos clubes se vieron inmersos en una pelea campal dentro de los vestuarios.
Todo comenzó con la llegada de Mourinho al vestuario del City pidiendo que rebajaran la emoción después de la victoria. El portero visitante, Ederson, se tomó mal las palabras en portugués del entrenador del United y a partir de ahí se inició la trifulca.
Volaron botellas de plástico de agua y leche. Lukaku logró impactar con uno de sus lanzamientos sobre un miembro del cuerpo técnico del City y Arteta acabó con la frente abierta.