La historia de Lars Leese es una de aquellas que sólo parecen existir en los sueños, pero que en el mundo del deporte en ocasiones, por pocas que sean, se cumplen. De cómo un chaval que ni siquiera soñaba con dedicarse al fútbol pasó en pocas semanas de ser un portero de equipo de barrio a ser un guardameta de nivel internacional.
Su historia comienza en el Colonia. A orillas del Rin comenzó a apuntar maneras como portero, pero en edad juvenil decidió abandonar el fútbol. No le motivaba lo suficiente como para centrarse exclusivamente en ello. Además, lo de ser portero no terminaba de convencerle. Demasiada soledad para un tipo ya de por sí introvertido.
Sólo unos meses después volvería a jugar al fútbol, pero en un equipo de barrio, el BC Efferen. Ahí la presión y la exigencia era mucho menor. Ahí, disfrutaba de lo que hacía. Leese no soñaba con ser una estrella. De hecho, no quería serlo.
Así, su carrera discurre entre equipos de categoría regional, como el Wissen, el Preussen Koln, el Neitersen o el VfB, hasta que en 1996, con 27 años, recibe una sorprendente llamada. Es el Bayer Leverkusen, uno de los equipos punteros de la Bundesliga. Tras varias lesiones y fichajes fallidos necesitaban un refuerzo para apuntalar la portería, que ya estaba cubierta con Heinen como titular, y un guardameta serio, formal y sin aires de grandeza era el mejor complemento.
A pesar del cambio radical en su trayectoria, Leese no llegaría a debutar en la Bundesliga. Pero en el verano siguiente recibió una oferta aún más sorprendente: el Barnsley, equipo recién ascendido a la Premier League, le quería como guardameta titular en su primera aventura en la máxima categoría del fútbol inglés. El Barnsley pagó 350.000 euros por un portero de 28 años que aún no había jugado ni un partido profesional.
Así fue como en poco más de un año, sin aspirar a ello y casi sin desearlo, Lars Leese pasó de jugar en la séptima categoría del fútbol alemán, a hacerlo en Anfield, ante 45.000 espectadores, en el que probablemente fue la mejor actuación de su vida: el Barnsley ganó por 0 a 1 ante el equipo de Owen o McManaman entre otros, y Leese llevó a cabo una actuación colosal.
Así fue como casi sin darse cuente Lars Leese compitió en una de las ligas más importantes del mundo, experimentando en su propia piel lo que miles de niños sólo pueden soñar. Lo que ni siquiera él se había atrevido a imaginar.
Pese a que se trató de una temporada que Leese jamás podrá olvidar, el equipo terminó por cumplir lo que se esperaba, y descendió de categoría. Lo hizo con honor, luchando hasta las últimas jornadas por la salvación, que ya significa un éxito para un equipo que vivía la que fue –y sigue siendo- su única temporada en la elite del fútbol inglés.
Leese, que había superado con creces las expectativas que jamás se había creado, continuó un año más en la segunda inglesa, para una vez expirado su contrato con el Barnsley regresar a su Colonia natal. Lo hizo para jugar en el Preussen Kóln de la quinta división alemana. Nuevamente un salto brutal en su trayectoria, en esta ocasión hacia abajo. Quizá más acorde para lo que Leese estaba habituado. Quizá más feliz.
Siguió jugando al fútbol por cuatro años más, centrando ahora su rol en una función más de veterano de la plantilla. Estuvo dos años en el equipo reserva del Borussia Mönchengladbach, y dos años más en el equipo reserva del Colonia. Su función ahora era aportar su experiencia en un equipo generalmente plagado de jóvenes jugadores, aprender de sus entrenadores para lo que iba a ser su vida una vez colgados los guantes, y cuando era necesario completar los entrenamientos –e incluso alguna convocatoria- de los primeros equipos, tanto el Borussia Mönchengladbach como el Colonia importantes en la Bundesliga.
Una vez retirado, a la edad de 36 años, continúa ligado al fútbol como entrenador. Su trayectoria comenzó en el Bergisch Gladbach 09, equipo relacionado precisamente con el Borussia Mönchengladbach. Tras dos ascensos recalará en un club de mayor categoría, el SSVg Velbert. Pero a pesar de los buenos resultados será despedido del equipo: "a veces el fútbol es un deporte sucio, en el que debemos hacer cosas que realmente no queremos", declararía su presidente.
Leese aprovechó la oportunidad para seguir formándose como entrenador, obteniendo la licencia más alta, y acudiendo durante semanas a entrenamientos del Barcelona o del Valencia. En 2015 asume la dirección del DSK Köln, de categoría regional, con la esperanza de dar el salto algún día como entrenador de primer nivel.
Un primer nivel que alcanzó contra todo pronóstico, cuando ni siquiera lo buscaba, durante su carrera como futbolista. Una carrera que le valió para ser el protagonista de uno de los libros deportivos más leídos y reconocidos de los últimos años: ‘Der Traumhüter’, obra de Ronald Reng. Porque su vida bien vale un best-seller. Porque la suya es una de aquellas historias que demuestran que, aunque suene a tópico, en ocasiones la realidad supera a la ficción.