Steven Nzonzi está cada vez más fuera del Sevilla. Así lo reconoce el propio mediocentro francés en una entrevista a France Football que no tiene desperdicio. El jugador ha pasado de pieza clave en el conjunto andaluz a apartado del equipo. Nzonzi no ha figurado en ninguna de las últimas cuatro convocatorias (Villarreal, Cartagena, Deportivo de La Coruña y Maribor) y ahora mismo tiene pie y medio fuera del club.
Todo comenzó el pasado 21 de noviembre, en el partido de Champions frente al Liverpool en el Sánchez Pizjuán (3-3). Los hispalenses perdían por 0-3 al descanso y Nzonzi fue uno de los jugadores señalados por su desastrosa primera parte, así que el técnico Eduardo Berizzo decidió quitarlo al descanso y meter en su lugar a Franco el Mudo Vázquez, que acabaría resultando decisivo.
Una sustitución que le sentó a cuerno quemado a un Steven Nzonzi que no dudó en encararse con el Toto en el vestuario. El jugador decidió abandonar el Sánchez Pizjuán en el descanso y marcharse a su casa. No acudió a entrenar al día siguiente (miércoles) con el equipo y el jueves tenía día libre, al igual que el resto de la plantilla. Al aparecer el viernes en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, el cuerpo técnico le hizo trabajar aparte y, desde entonces, se ha quedado fuera de las últimas cuatro convocatorias.
En la entrevista a France Football, Nzonzi ha sido muy claro. "Espero que el equipo se clasifique en la Liga de Campeones y que tenga buena suerte en el futuro, pero yo no formaré parte de esa aventura (...) Mi futuro está en otro sitio, sólo hay que esperar que pase diciembre y todo acabará", ha asegurado el mediocentro galo desde Londres, adonde ha viajado para ver a su hijo.
"Lo que me duele es la forma en la que se va a acabar todo", añade el jugador, quien reconoce que fue en el descanso del Liverpool cuando estalló su desencuentro con Berizzo. "Nunca antes había sido así con un entrenador. Nunca tuve ese tipo de problema", dice un Nzonzi que está como loco por que llegue el año 2018 para poder irse a otro club.
Además, el futbolista de Colombes, que la próxima semana cumplirá 29 años, también manda un dardo envenenado a Óscar Arias, que desde el pasado mes de abril ocupa el cargo de director deportivo del Sevilla tras la marcha de Monchi a la Roma. "Con Monchi esto se habría solucionado en dos minutos. La dirección deportiva ha hecho un buen trabajo para hacer un equipo muy competitivo, pero la salida de Monchi este verano ha cambiado algunas cosas, sobre todo conmigo", afirmaba Nzonzi.