Mucho se habló del estado de forma de Diego Costa cuando fichó por el Atlético de Madrid el pasado verano, y la mayor parte de las críticas llegaron con el adjetivo de "gordo" por delante de cualquier descripción. Por supuesto, esta condición en un deportista de élite como Costa está cogida con pinzas ya que en una persona normal el peso del ariete en verano sería algo normal y saludable, pero de cara a rendir al máximo nivel aún había que afinar su estructura muscular. No estaba gordo, pero tampoco lucía su peso ideal.
En los últimos meses, Diego Costa se ha machacado en el gimnasio y fuera de él. Se ha podido ver al hispano-brasileño en la Ciudad Deportiva Wanda trabajar a destajo con el profe Ortega y, por momentos, ha tenido que apretar los dientes para no unirse a sus compañeros en los ejercicios habituales del grupo. Pero han conseguido parar al toro.
Diego Costa ha ejercitado la concentración, la potencia muscular, la coordinación, la velocidad y todos los aspectos necesarios para llegar al mes de enero al menos en un 70 u 80% de su rendimiento óptimo. Se han cuidado todos los detalles para evitar lesiones que retrasasen el proceso y el jugador se está comportando de manera ejemplar. De hecho, el estado de forma del jugador a día de hoy está sorprendiendo a propios y extraños. Sus compañeros están impactados con su trabajo y los resultados del mismo.
En el último vídeo publicado, Diego Costa aparece entrenando en una bicicleta y sólo hay que ver la masa muscular de su tren superior para ver lo bien que ha funcionado el plan específico diseñado para él.
A partir del 1 de enero veremos realmente cómo está para jugar y por esa razón desde el Atlético de Madrid no quieren prisas y, sobre todo, piden no agobiar al jugador con regresos de película. Aún así, el objetivo es recuperar al mismo Costa que se marchó al Chelsea y volvió del club inglés este verano tras un culebrón en el que perdió su forma física.