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Copa del Rey

Torres invita al Metropolitano a su primera ronda copera (3-0)

Doblete del delantero que logró sus primeros goles en el nuevo estadio rojblanco. Giménez abrió la cuenta ante el Elche con Vietto muy desacertado.

Doblete del delantero que logró sus primeros goles en el nuevo estadio rojblanco. Giménez abrió la cuenta ante el Elche con Vietto muy desacertado.
Fernando Torres marcó dos goles ante el Elche. | EFE

Tendrá continuidad o no, eso lo dirán los resultados, pero en tres partidos se ha visto otro Atlético de Madrid y el cambio principal, más allá de algún retoque posicional con Griezmann, es que la pelotita entra en la portería rival. A cualquier equipo de clase media-baja al que le digas que la pólvora del cuadro de Simeone es escasa se ofendería de forma importante si pone la suya propia por delante, pero una cosa es la teoría y los currículums o costes de cada atacante y otra la práctica. A los colchoneros la cantinela de lo teórico no les vale si de títulos en juego se trata.

Sólo hay que ver repetida la primera parte del Atlético-Elche para darse cuenta de la evolución del Atlético en lo que va de temporada. Los primeros 20 minutos resumirían el devenir madrileño en la Champions: mucho "uy" y poco "gol". A partir del 30’, lo que se vive actualmente: un gol y la veda abierta para regocijo del Wanda Metropolitano.

Lo comentado en el párrafo anterior es el Atlético 2017/2018. Ni más ni menos. Vietto puso la cruz de ese ejemplo mientras que Giménez y Torres pusieron la cara. En menos de dos minutos, 30 y 32, un remate de cabeza del uruguayo y un gol de ‘9’ del ‘Niño’ solucionaron la papeleta y dejaron al Elche dando gracias a Vietto por cada una de las ocasiones que marró con todo a favor para marcar. El argentino lo intenta y nadie duda de ello, pero es muy blando arriba y esa cara de niño bueno no le cambia cuando tiene la portería delante. Así es imposible convencer siendo delantero.

Fue una buena primera parte del Atlético y varios jugadores tuvieron tiempo para sacar la cabeza a la hora de que Simeone les tenga más en cuenta. Augusto fue de los más destacados. Una lástima la lesión que lastró su paso por el equipo rojiblanco porque siempre está donde debe estar, ocupa espacios de manera excelente y juega fácil. Con un solo pase ayuda al equipo y lo hace con rapidez.

Junto a Koke, Augusto formó una buena pareja en el medio para surtir de balones a las bandas y a Carrasco, muy incisivo y con muchas ganas de demostrar a Simeone que si Correa está bien, él no le va a la zaga. El belga fue el lanzador del córner que anotó Giménez y propició con uno de sus tiros el rechace del 2-0 de Torres. Mención aparte merece que el Atlético vuelva a marcar en un saque de esquina porque recibir ha recibido unos cuantos, pero a favor…

Torres hizo amena la segunda parte

Con 2-0 en el marcador y 1-1 en la ida se antojaba casi milagroso que el Elche de Josico lograse el 2-2 que le diese el pase a octavos, pero el hecho era que un solo gol hubiese provocado el pánico en la grada y para evitar males innecesarios, los hombres del Cholo se pusieron el mono de trabajo para, sin sustos, cerrar la eliminatoria.

De maniatar al ataque del Elche, por si acaso, se encargaron a la perfección Lucas y Giménez. El uruguayo tiene doble mérito ya que actúa con el nivel del titular que siempre que juega siendo la mayor parte de los partidos suplente. Godín apadrinó su llegada en su día y Jose María es digno sucesor del faraón uruguayo. Moyá no tuvo que intervenir y esa tranquilidad hizo que el Atlético sólo se centrase en divertirse.

La segunda parte no fue una obra maestra, pero al menos tuvo emoción en el buen y en el mal sentido. Torres vivió las dos. El ariete de Fuenlabrada se llevó las manos a la cabeza tras un error garrafal en un pase de la muerte de Vietto, pero el Niño quería pagar la ronda copera en el Metropolitano y poco después marcaría un buen tanto para firmar otro gol en su estreno como killer en el Wanda.

Torres falló ocasiones, pero de todas las que tuvo marcó dos y eso no hay quien se lo quite. El problema para Simeone, que incluso tuvo tiempo de dar minutos a Vrsaljko, es que el asunto Vietto fue de mal en peor. Tuvo más y mejores que en la primera parte y volvió a fallar una detrás de otra sin atisbo de que las piernas dejasen de temblarle cada vez que veía al portero delante. Fue un manojo de nervios incontrolable. La afición apenas pitó a su delantero porque haberlo hecho hubiese sido cruel ante un futbolista que dejó todo y marcó nada.

Al que sí hubo ganas de pitar, por otro lado, fue a Gaitán. Otra oportunidad más como titular en la que deambuló por el campo sin más. Si a la afición le dan a elegir seguro que escoge antes al Vietto fallón que al Gaitán en un mundo paralelo.

El Elche no pudo dar la sorpresa ante el Atlético más engrasado de lo que va de curso. El Metropolitano ya conoce la Copa del Rey y a la primera ronda invitaron Giménez y Torres.

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