Trampas aquí no. La Premier se pone seria. Ya avisó, meses atrás, de que no permitiría la simulación. En mayo se aprobó una normativa que persigue a los futbolistas que intenten engañar a los colegiados. El que avisa no es traidor. Oumar Niasse, delantero senegalés del Everton, es la primera victima.
El jugador africano se dejó caer en el área tras un contacto mínimo con el defensa del Crystal Palace, Scott Dann, durante el partido del pasado sábado en Selhurst Park (2-2) y, según explicó la FA, "engañó con éxito al árbitro", que pitó penalti.
El martes, la FA presentó sus cargos contra el senegalés, que rechazó poco después haber "cometido un acto de simulación". Sin embargo, este castigo le apartará de los compromisos ligueros del Everton ante el Southampton (25 de noviembre) y el West Ham (29 de noviembre).
Shaun Miller, del Carlisle, equipo de la League Two, cuarta división del fútbol inglés, fue el primer futbolista en ser sancionado por simular. Ahora, Niasse hace historia en la Premier.