El centrocampista croata Ivan Rakitic tuvo que quedarse este jueves por la noche durante más de tres horas en el Estadio Maksimir de Zagreb, donde su selección se impuso por 4-1 a la de Grecia en la ida de la repesca para el Mundial 2018, para ser sometido a un control antidopaje.
Así lo ha confirmado el propio jugador del Barcelona, en declaraciones al portal de noticias T-Portal, explicando que el control se retrasó porque Rakitic no lograba orinar.
"Tuve que beber tres o cuatro litros de agua, hay que confesar que no me fue fácil. Pero ya sabemos cuál es el procedimiento y hay que respetarlo", declaraba entre risas el barcelonista, que finalmente abandonó el estadio tres horas y media después del pitido final.
El portavoz de la Federación Croata del Fútbol, Tomislav Pacak, ha confirmado a los medios locales que Rakitic fue sometido a un control antidopaje pero que no logró orinar hasta las dos de la madrugada.