Varapalo para el Athletic de Bilbao, que ha vuelto a perder en San Mamés. Después de caer en LaLiga Santander frente al Atlético de Madrid, los leones han hincado la rodilla en la noche del jueves ante el Zorya Luhansk —séptimo clasificado de la Liga ucraniana—, en la segunda jornada de la Europa League, merced a un solitario tanto de Igor Kharatin en la primera mitad.
Pero lo peor de todo no es eso. La peor noticia para el cuadro vasco es que Iker Muniain, uno de los jugadores más en forma del equipo, se lesionaba al final del encuentro. El delantero navarro se hacía daño él solo en la rodilla derecha. Inmediatamente se dio cuenta de que algo iba mal y llamó a los servicios médicos del Athletic para ser asistido.
Las imágenes eran desgarradoras: Muniain era retirado del campo en camilla, en medio de un mar de lágrimas, mientras los más de 32.000 espectadores que se dieron cita esta noche en San Mamés coreaban su nombre.
Según el primer parte médico del club, el futbolista sufre una "entorsis (especie de esguince) en la rodilla derecha" y este viernes será sometido a "pruebas complementarias" que determinarán el alcance exacto de la lesión. El jugador queda "pendiente de evolución", pero ahora mismo se han encendido todas las alarmas en el Athletic porque la lesión de Muniain tiene muy mala pinta.
"Estaba asustado, dolido, triste, tocado, embajonado... porque ya ha tenido una lesión grave. Pero esperemos que el susto haya sido mayor por eso y que se quede en nada", ha dicho Mikel San José sobre Muniain.
Hay que destacar que, esta misma semana, un jugador del filial del Athletic, Iker Undabarrena, ha sido operado de rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha, que en principio parecía una entorsis y que lo va a tener cerca de seis meses de baja.
El club espera que no se repitan estos pronósticos con Muniain y que sea lo menos grave posible, aunque a falta de posterior evaluación la lesión tiene muy mala pinta.