Carlo Ancelotti no pasa por su mejor momento en la Bundesliga después de la derrota ante el Hoffenheim (2-0) en la primera derrota de la temporada. El conjunto bávaro cuenta además con varias guerras internas que están desestabilizando a la plantilla. Por si fuera poco, la situación actual del club está haciendo que Ancelotti se plantee abandonar el conjunto alemán en enero.
El primero de los problemas surgió cuando el delantero polaco Robert Lewandoski declaró antes del partido frente al Hoffenheim que el club alemán necesita una política de fichajes más agresiva. "El Bayern tiene que inventarse algo para traer más jugadores de clase mundial. Si se quiere ser competitivo se necesita la calidad de esos jugadores. A día de hoy el Bayern no ha gastado como máximo poco más de 40 millones en un jugador y esa cifra está más cerca del promedio que de la parte alta del mercado de fichajes" criticó el delantero en una entrevista con Der Spiegel.
Lewandoski no fue el único en criticar la situación actual del equipo alemán, al que se le unió su compañero en la delantera Thomas Müller debido a su suplencia ante el Werder Bremen en el partido previo a la concentración de selecciones: "No sé exactamente cuáles son las cualidades que el entrenador quiere ver. Pero parece que las mías no están siendo 100% necesitadas".
Además, estas dos declaraciones no han gustado a los máximos mandatarios del Bayern de Múnich, y en concreto a Rummenige que, en una entrevista en Der Spiegel, contestó a los dos futbolistas. "Aquellos que públicamente critiquen al entrenador, al club o a los demás jugadores tendrán que hablar seriamente conmigo" aseguró el director general del conjunto bávaro.
El mítico delantero alemán también habló de Ancelotti, al que alabó por su gestión de vestuarios, pero al que se le pide un poco de mano dura en estos casos: "Carlo es amigo de la libertad de expresión y de la democracia, pero no somos demasiado inteligentes si en vez de concentrarnos en el campo, hablamos fuera de él" declaró Rummenige.
Muchos problemas para un club que se sitúa como favorito para ganar esta Champions League que empieza el martes. El Bayern compartirá grupo con el PSG, equipo que, a diferencia del conjunto alemán, ha gastado 400 millones de euros en fichajes de la talla de Neymar y Mbappé.