Por las redes sociales y Whatsapp está circula estos días, a poco más de tres semanas del referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña, una quiniela ficticia correspondiente a ese territorio en la que se puede ver partidos como el Suburense-Roses, Gramenet-Sabadell, Mataró-Hospitalet o La Pineda-Granollers, entre otros, mientras que el FC Barcelona se enfrentaría al Palamós, el Espanyol al Manresa y el Girona al Manlleu.
Duelos en la cumbre que llevarían a barcelonistas, pericos y gerundenses a enfrentarse a rivales que actualmente militan en Tercera División (en el caso del Palamós y el Manlleu) y Primera Catalana (Manresa).
Desde luego, nada que ver con tener como rivales a equipos como el Real Madrid, Atlético de Madrid, Sevilla, Valencia, Athletic de Bilbao o Villarreal, por citar a clubes de LaLiga Santander, la mayoría de los cuales participan en competiciones europeas esta temporada.
Y es que la independencia de Cataluña también traería cola en el panorama futbolístico y perjudicaría seriamente a dos históricos como Barça y Espanyol, además de al Girona, un club por el que acaban de apostar muy fuerte City Football Group y la empresa de Pere Guardiola —el hermano de Pep— al comprar conjuntamente el 88,6 por ciento de las acciones.
Así sería la delirante, a la par que nada atractiva, quiniela de la Liga catalana, con 14 partidos gobernados por la estelada, como no podía ser menos en una Cataluña independiente...
