Puede que suene a chiste, pero es tan real como la vida misma: las míticas canciones With or without you (de U2) y I will survive (Gloria Gaynor) han sonado este mediodía en la Asamblea General Ordinaria de la Federación Española de Fútbol (RFEF), la primera que se celebra sin Ángel María Villar después de 29 años. Sintomático para saber cómo se encuentra el organismo federativo desde la detención, y posterior encarcelamiento, de Villar y su hijo Gorka dentro del caso Soule, la operación ordenada por el juez Santiago Pedraz contra la corrupción en la RFEF.
Lo cierto es que el organismo federativo quiere seguir su curso natural 'contigo o sin ti'. Intenta 'sobrevivir' a la ausencia del hombre que ha dirigido los destinos del fútbol español sin apenas oposición. Y para ello pasa a confiar la batuta en Juan Luis Larrea. El hasta ahora tesorero de la Federación Española y presidente de la Federación Guipuzcoana releva en el cargo a Villar. Este mediodía ha presidido la Asamblea de la RFEF, en su sede de La Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid), defendiendo la "honestidad" de la gente del fútbol y criticando los "linchamientos prematuros y juicios sumarísimos".
Larrea no ha mencionado ni una sola vez el nombre de Villar en una reunión marcada por la ausencia de la mayoría de los clubes profesionales, que han decidido ausentarse tras el llamamiento del presidente de la Liga, Javier Tebas, de no acudir a la Asamblea por considerar esta convocatoria "ilegítima".
A la Junta Directiva de la RFEF ya acudieron este martes los presidentes del Atlético de Madrid y de la Real Sociedad, Enrique Cerezo y Jokin Aperribay, respectivamente, y ambos dirigentes han decidido acudir un día después a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
"En la Asamblea no hemos hecho alusión a Ángel (Villar), porque quiero que sea la Justicia la que decida. Yo he tenido una excelente relación con él y espero seguir teniéndola. A mí no me ha defraudado, sinceramente", dijo Larrea tras la Asamblea.
Una reunión en la que, por decisión de la Junta Directiva del martes, no se han votado los asuntos económicos que incluía el orden del día, ni tampoco los de carácter jurídico. Los primeros se abordarán el próximo lunes en una nueva Asamblea convocada al efecto. "Nos ha parecido oportuno trabajar unos días más con los auditores y presentar unas cuentas que no tengan ninguna mancha y se aprueben debidamente", añadió Larrea, quien confirmó que estará este mes entrante como presidente porque es inhábil y a partir de ahí una nueva Junta Directiva tomará decisiones, sin descartar unas futuras elecciones a la presidencia del organismo.
La única voz discordante fue la de Óscar Garvín, presidente de ProLiga —Comisión de clubes de Segunda B y Tercera División—, cuestionando el reparto de los ingresos televisivos procedentes de la Copa el Rey, la Supercopa de España y del 1% del Real Decreto 5/2015 de venta centralizada de Primera y Segunda, destinados a los clubes de competiciones no profesionales.
Estos ingresos ascienden a 29,6 millones, que comprenden la suma de 15,6 millones de euros de la Copa del Rey y la Supercopa y otros 14 millones del uno por ciento de la comercialización conjunta de los derechos televisivos de la Liga.
Los fondos se reparten directamente a los clubes de cada categoría no profesional, 60.000 euros por equipo de Segunda B y 27.500 por equipo de Tercera. Aunque LaLiga no ha entregado aún el 1% comprometido por el Real Decreto, con cuya liquidación la RFEF no está de acuerdo y ha pedido la mediación del Consejo Superior de Deportes, Garvín finalmente cambió el sentido de su voto y respaldó los datos presentados.
Lo que no cambió fue su reclamación para que haya nuevas elecciones, ya que dijo no haber recibido ninguna explicación sobre los motivos que han llevado a Larrea, presidente de la territorial guipuzcoana desde hace 30 años y tesorero desde hace 28 de la Federación, a ocupar el puesto de Villar. Esté Larrea o quien sea, de momento la RFEF parece seguir su curso natural pese al encarcelamiento del que ha sido su presidente durante tres décadas.
Como se ha escuchado en la propia Asamblea, la Federación Española, intentando 'survive', tiene que seguir su vida 'with or without you'.