Estaba cerca antes del fichaje de Álvaro Morata por el Chelsea, pero la llegada del ya exdelantero del Real Madrid a Stamford Bridge permite al conjunto inglés desprenderse sin mayores problemas de Diego Costa. El ariete no cuenta para Conte y sí lo hace para Simeone, que está como loco con la vuelta de su goleador en 2014.
El fichaje de Morata por el Chelsea ofrece al Atlético de Madrid una ventana abierta para afrontar de una vez por todas y de manera directa la contratación de Diego Costa. Los ingleses se han gastado 80 millones de euros en su nuevo '9' y pese a ser un club con un potencial económico muy importante quieren recuperar con Diego Costa parte de la inversión de Morata. Con una oferta cercana a los 60 millones, el Atlético podría cerrar la operación.
Simeone ya tiene a Vitolo y quiere completar la ecuación con Diego Costa formando así un ataque espectacular para el año que viene. Hasta enero de 2018 no se vería a ambos jugadores con la elástica rojiblanca por la sanción FIFA aunque, y pese a ese castigo, los planes habrían salido casi a la perfección con estos dos fichajes.
Diego Costa, por su parte, se ha ofrecido al Atlético de todas las manera posibles: a través de declaraciones, en todo tipo de entrevistas, guiños en las redes sociales e incluso con una fiesta junto a sus amigos en la que se enfundó la camiseta colchonera para demostrar que su obsesión es volver a Madrid.
Camiseta del Atleti y "dale un abrazo a Conte". El vídeo con el que @DiegoCosta se ha pasado Instagram pic.twitter.com/ELliUKXeZN
— Juan Ignacio LC (@juanignaciolc9) 16 de julio de 2017
En el Atlético esperan a Costa. Filipe Luis le ha llegado a etiquetar en alguna que otra foto en la que sale con sus compañeros en Segovia. La llegada, a falta de encontrar una fórmula de cesión, es inminente. Si no hay opción de ser cedido, Costa no descarta esperar hasta enero para poder jugar a las órdenes de su amigo y entrenador Diego Pablo Simeone.
🇧🇷x🇦🇷 #preseason @lucianovietto @angelcorrea32 @mkranevitter5
Una publicación compartida de Filipe Luís Kasmirski (@filipeluis) el 17 de Jul de 2017 a la(s) 12:55 PDT