El Celta de Vigo ha firmado un histórico pase a semifinales de la Europa League, por primera vez en sus casi 94 años de existencia, tras empatar (1-1) con el Genk en el partido de vuelta de cuartos de final. Un duelo controlado en su mayor parte por el conjunto del Toto Berizzo pese a la tensión de los minutos finales. El cuadro celeste se quita así la espina que tenía clavada tras la eliminación ante el Alavés en la Copa del Rey. Su excelente rendimiento no tuvo premio por aquel entonces, pero sí este jueves en tierras belgas, donde los olívicos han comprado el billete para estar entre los cuatro mejores de la segunda competición continental.
El Celta, que ganó por 3-2 en la ida, planteó un partido muy inteligente desde el primer minuto. Con gran solidaridad defensiva, la fortaleza del Tucu Hernández en la medular resultó fundamental para que el guión no cambiase según lo había planificado el preparador argentino. Hugo Mallo fue quien permitió al Celta disponer de sus primeras ocasiones gracias a las incursiones por banda, pero también el eléctrico Pione Sisto reclamó los focos con varios lanzamientos desde fuera del área. Se trataba, pues, de los primeros avisos de un Celta que siempre tuvo muy claro la necesidad y la importancia de marcar al menos un gol para seguir con vida en el torneo.
El tanzano Samatta, principal referencia de los belgas en la punta de ataque, amenazó el arco de Sergio Álvarez en un par de ocasiones, pero no llegó a dar con la tecla para inaugurar el marcador. De hecho, fue Beauveu —recién entrado al campo por el lesionado John Guidetti— quien dispuso la oportunidad más clara de todas hasta el momento.
Su disparo al palo corto no sorprendió a Matthew Ryan, guardameta cedido al Genk por el Valencia, y llevó el envite como nuevo al segundo acto, donde se decidió absolutamente todo gracias a la determinación de los gallegos. Pione Sisto recuperó un balón en la sala de máquinas, pérdida de Castagne, y el danés no se lo pensó dos veces y fusiló al portero rival.
El gol fue un paso de gigante para sentenciar la clasificación para semifinales, aunque el Genk todavía no había dicho su última palabra. Los de Albert Stuivenberg empataron sólo tres minutos después con el gol de Trossard, al aprovecharse de un error defensivo de un hombre tan experimentado como Gustavo Cabral, que puso mucha emoción a los 20 minutos finales. Boetius, que había entrado al campo junto a Schrijvers en un intento de su técnico, Albert Stuivenberg, de lograr un segundo gol que volteara la eliminatoria, buscó la remontada para los belgas, pero afortunadamente para el Celta el 2-1 nunca llegó.
El encuentro finalizó con una tangana entre ambos equipos tras un empujón del recién ingresado Dewaest al Tucu Hernández. Así se cerraría el partido: empate del Celta, que hizo valer el 3-2 de la ida para derribar su techo histórico. De esta forma, la generación de los Mostovoi, Karpin, Cáceres, Makelele, Catanha y Berizzo, entre otros, ya tiene una mejor que la supera. El Celta, semifinalista en Copa este curso, también lo será en el Viejo Continente por primera vez en su dilatada e importante historia.
Ficha técnica
Genk, 1: Ryan; Castagne, Brabec (Dewaest, m.81), Colley, Uronen; Berge, Malinovskyi (Boetius, min.72), Buffel (Schrijvers, min.72), Trossard, Pozuelo; y Samatta
Celta de Vigo, 1:Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Radoja, Wass (Jozabed, m.80), Pablo Hernández; Sisto, Aspas y Guidetti (Beauvue, m.42) (Roncaglia, m.91)
Goles: 0-1, m.63: Sisto; 1-1, m.67: Trossard
Árbitro:William Collum (Escocia). Mostró tarjeta amarilla a Dewaest (m.88), del Genk; y a Jonny (m.90) y Hugo Mallo (m.93), del Celta
Incidencias:Partido de vuelta de cuartos de final de la Europa League disputado en el Luminus Arena de Genk ante unos 25.000 espectadores, entre ellos más de 500 seguidores del Celta