La Federación Alemana de Fútbol (DFB) tendrá que pagar una multa de alrededor de 25 millones de euros (26,5 millones de dólares) por los impuestos que evadió en un pago presuntamente relacionado con la candidatura del Mundial 2006 que, según medios locales, se cree que fue una transición ficticia para engañar a las autoridades fiscales.
Así lo publicaron este viernes los diarios Süddeutsche Zeitung y Bild, que hablan de un pago realizado por la entidad alemana a la FIFA por valor de 6,7 millones de euros en 2005. Los investigadores sospechan que se trató de una transacción ficticia que tenía como objetivo eludir sus responsabilidades fiscales.
La DFB declaró el pago como una contribución para una gala del máximo organismo del fútbol que, sin embargo, nunca se llegó a celebrar. Las personas que están al cargo de esta investigación creen que se se trató de una devolución encubierta a través de la FIFA al entonces jefe de Adidas, Robert Louis-Dreyfus.
El propio Louis-Dreyfus había realizado una transferencia de una cantidad parecida de dinero en francos suizos a un bufete de abogados de dicho país. Posteriormente esa suma fue transferida a una compañía con sede en Qatar y a una cuenta a nombre de Mohammad bin Hammamm, un ex alto cargo de la FIFA que después sería suspendido por corrupción.
La Federación Alemana de Fútbol alegó este jueves que sus abogados "no comparten la evaluación" realizada por las autoridades fiscales y prefieren esperar a que la investigación concluya. "Por ahora sólo se han llevado a cabo evaluaciones preliminares", apuntó el organismo nacional.
En este caso están trabajando de forma conjunta por las autoridades judiciales alemanas y suizas. Estas últimas abrieron un proceso penal en noviembre de 2015 contra el mítico Franz Beckenbauer, que estuvo al frente del comité organizador del campeonato del mundo. El alemán, junto a otros altos cargos de la DFB, están siendo investigados por supuesto fraude, administración delictiva, lavado de dinero y apropiación indebida.
Beckenbauer rompió su silencio más de un año después para rechazar todas las acusaciones de que los sobornos hubieran podido influir en la victoria del combinado alemán en el Mundial en el que fue anfitrión.