José Mourinho sigue construyendo día a día un gran Manchester United. Tras un inicio complicado en cuanto a resultados se refiere, los red devils firman una racha espectacular: 16 partidos consecutivos en la Premier sin conocer la derrota. Tras ganar la Capital One, clasificarse para los cuartos de final de la FA Cup –donde se medirá al Chelsea–, y meterse en octavos de la Europa League –tras eliminar al Saint-Étienne–, el United está de dulce.
Mourinho ya se ganó a su plantilla en pretemporada mostrándose muy cercano a sus pupilos. El luso tiene la obsesión de que sus jugadores lo vean como uno más. Para ello, ni corto ni perezoso, no le importó dormir en el suelo de un avión cuando el United viajaba a China a disputar dos partidos de preparación ante el Borussia Dortmund y el Manchester City.
Mou viajaba en primera clase hacia el país oriental junto a los jugadores del club inglés. Por error, el cuerpo técnico de los diablos rojos fue situado en clase turística, para un viaje de muchas horas. Mou abandonó su asiento y acabó durmiendo en el suelo de la parte trasera del avión, algo que despertó la admiración de la plantilla, que se enteró de lo ocurrido pese a viajar en primera clase. Fue un gesto que le hizo terrenal.
Dar la cara por el más débil fue otro hecho que su plantel no pasó por alto. El apoyo a ultranza que mostró a Fellaini en púbico cuando el belga era el muñeco de pim-pam-pum de la afición de su equipo. El vestuario cree en su líder y eso se nota en el terreno de juego. Mourinho ha sabido gestionar los malos momentos y ahora disfruta de la buena racha de su equipo, labrada con trabajo y tesón.
Mou no quiere dejar ningún detalle al azar y, además de trabajar el aspecto táctico y físico, está especialmente concienciado en cuidar el aspecto psicológico. Algo que siempre fue una seña de identidad de un Mourinho al que sus jugadores en el Oporto y en el Inter idolatraban. Como también sucedió en su primera etapa en el Chelsea. Motivation One ha vuelto.
Además de ganarse a su directiva –cuando venían mal dadas mostraron su apoyo total al técnico portugués ofreciéndole la renovación– encandilada con el estilo de Mou: sus métodos de trabajo, la manera de gestionar el plantel, de preparar los partidos, cómo cuida todos los detalles en cada entrenamiento donde exige el máximo a sus jugadores… además de valorar muy positivamente su tremenda personalidad y carácter, el técnico luso tiene comunión con la grada de Old Trafford.
El último detalle que ha tenido con su afición es digno de mención. En el sorteo de los octavos de la Europa League a los red devils les tocó justo lo que quería evitar Mou: viaje largo. Más de 3.000 kilómetros con destino a Rostov. Para ayudar a su hinchada, el técnico de Setúbal, que no olvida el apoyo de la grada cuando venían mal dadas, pidió a su directiva que el United financiara el precio de la visa para todos aquellos que decidan viajar hasta Rusia. Las previsiones hablan de que serán unos 500 hinchas los que se desplacen hasta Rostov, por lo que la cantidad que financiaría el United será de unos 70.000 euros. Una cifra simbólica para un club con el poderío económico del Manchester United, sí, pero un detalle que agradece la afición y que une aún más al club con su hinchada.
Mourinho está feliz en el United. Poco a poco se va formando un matrimonio perfecto. Y es que, en Old Trafford desde el adiós de Ferguson el banquillo estaba vacío de un verdadero líder. Por su parte, el técnico portugués, tras terminar de manera abrupta sus dos últimos proyectos –Real Madrid y Chelsea–, ansiaba llegar a un club que le proporcionara estabilidad.
Mou, al que muchos daban por acabado, se crece en la dificultad. El luso aún no ha dicho su última palabra...