Tantas horas muertas en Valdebebas sin partidos, han tenido que sentar mal a muchos. Entre ellos, a Zidane que ha debido darle demasiadas vueltas a cómo afrontar el partido ante el Osasuna. Ante el colista, el equipo más goleado de primera división, el técnico volvió a apostar por cinco defensas. Como ante el Celta de Vigo o Sevilla, siempre jugando el Madrid como visitante. Y casualidad o no, pero el equipo blanco sólo mostró sus mejores virtudes tras la lesión en la segunda parte de Danilo, la entrada de James y el cambio de sistema a una defensa de cuatro.
Tanto tiempo esperando ver jugar al Madrid, para esto. La primera parte del todavía líder en primera, fue digna para borrar de la memoria al instante. Fueron tan malos los minutos del Madrid hasta el descanso que el Osasuna disparó más que el Real Madrid. La primera vez en toda la temporada que el rival se impone en esta estadística. ¿Qué busca Zidane cambiando a este sistema con cinco defensas? ¿Tener más la pelota? ¿Para qué? ¿Para qué la mayoría de pases se realicen entre los centrales y acabe la jugada en un pelotazo?¿Busca recibir menos ocasiones? Ya hemos demostrado que no es así, que el Osasuna disparó más y añadimos que Keylor Navas volvió por sus fueros al ser uno de los jugadores más destacados en una semana en la que se ha hablado por vigésima quinta vez de David de Gea. El costarricense fue un muro para un excelente y prometedor Sergio León, una joya para casi cualquier equipo y más para un equipo que intenta eludir la segunda división.
Madrid perdido hasta la lesión de Danilo y el cambio de sistema
Que un equipo tenga variedad táctica, con distintos sistemas, es positivo. Cambiar constantemente, es perjudicial hasta para una plantilla con la calidad del Real Madrid. Los jugadores estuvieron incómodos hasta la lesión de Danilo en la segunda parte. Estaban perdidos. En varias ocasiones, levantaban los brazos porque ni si quiera encontraban un compañero en el horizonte. Con este panorama, se produjeron pocas jugadas de elaboración larga y por lo tanto, hubo pocas ocasiones. Eso sí, las que hubo fueron muy claras. La primera, se produjo al borde de la primera media hora. Benzema, bastante errático toda la noche, estuvo acertado en el tanto de Ronaldo. Bajó a la zona de mediapunta, se dio la vuelta y filtró un buen pase a Cristiano que marcó con la ayuda de Sirigu.
Poco duró la alegría visitante. A los diez minutos, una pérdida de Danilo se tradujo en el tanto de Sergio León. Pese a tener tres centrales, un pase en largo se tradujo en un mano a mano de Keylor ante el delantero que definió como un veterano: picando la pelota por encima del portero.
El césped tampoco ayudo a que el lento juego del Real Madrid aumentara en velocidad. Si lo ve Xavi Hernández, se da media vuelta y pide que se aplace el partido. El nuevo tapete no permitía ni que la pelota botara en condiciones. Seguramente Tano no se habría fracturado la tibia y el peroné con un buen terreno de juego. Escalofriante la lesión en un choque fortuito con Isco.
¿Salvo Zidane, alguien defiende todavía a Benzema como titular?
La mala imagen del Madrid en la primera parte no fue suficiente para que Zidane moviera el banquillo ni modificara el sistema. ¿Cómo puede ser que Danilo juegue tantos minutos teniendo a jugadores como Lucas, James, Morata o Kovacic en el banquillo? Pues fue lesionarse Danilo al minuto 60 y fue ver a otro Madrid. ¿Casualidad? Pues es complicado pensar en la suerte. El equipo notó el cambio al instante. Al minuto, gol de Isco. Benzema, que tiene menos sangre que un Playmobil, aguantó lo inaguantable para un ser humano sin disparar dentro del área. Retuvo tanto la pelota que al final se la quitaron pero en segunda línea apareció Isco para regatear con el control y definir con el interior al segundo palo. La última media hora fue la mejor del Madrid, con cuatro defensas, con un sistema reconocible y con James, Modric e Isco para asociarse además del marcador a favor.
Así se dominó la posesión, se tuvo profundidad y se pudo ampliar el marcador en varias ocasiones. El árbitro, Iglesias Villanueva, se zampó dos penaltis tan grandes como la empanada del Madrid en la primera parte. Uno de David García sobre Ronaldo y otro de Oier sobre Lucas. Mejoró aún más el equipo con la entrada del extremo español por el francés que falló una ocasión muy clara en la primera parte con empate en el marcador. Acierto de Sirigu pero fallo de Benzema que sólo tenía que empujar a gol. El tercer tanto del Madrid llegó en los últimos suspiros del encuentro con el Osasuna volcado. Cristiano y Lucas tuvieron que elegir quien definiría ante Sirigu. Fue Lucas y lo hizo como Sergio León en la primera parte. Picando la pelota. El extremo español aprovechó sus veinte minutos. Otros, como Morata, no pueden decir lo mismo porque sólo calentaron el banquillo.
En resumidas cuentas, mal Zidane con el sistema. Mal Zidane por no cambiar nada y a nadie hasta la lesión de Danilo. Malos 60 primeros minutos del Real Madrid. Buenos o notables últimos 30 minutos. Eso sí, lo más importante y que es la tónica de esta temporada, el Osasuna pierde otro partido que ha competido y el Madrid gana otro partido sin desplegar sus mejores galas. Líder y con dos partidos menos. El siguiente examen, ante el Nápoles el miércoles.