Moussa Dembélé es uno de los nombres de moda en el fútbol internacional. Este jovencísimo delantero francés, de sólo 20 años, está firmando una gran temporada con el Celtic de Glasgow, adonde llegó el pasado verano procedente del Fulham.
Dembélé, por el que los católicos pagaron 500.000 euros en junio pasado, lleva un total de 20 goles en 38 partidos con la camiseta verdiblanca: nueve en la Premiership escocesa, cinco en la Champions —dos de ellos al Manchester City de Pep Guardiola—, cinco en la Copa de la Liga y uno en la Copa. A ello hay que sumarle cinco asistencias en el campeonato doméstico.
Extraordinarios números que han llamado la atención de algunos grandes clubes europeos, entre ellos el Chelsea. Según informa la prensa inglesa, la entidad de Stamford Bridge ha decidido tirar la casa por la ventana por el jugador de Pontoise —en las afueras de París— con una oferta irrechazable de 46 millones de euros. Es decir, el conjunto londinense ofrece al Celtic 92 veces más de lo que el conjunto de Glasgow pagó por él hace poco más de medio año.
Si nada se tuerce, Dembélé, que tiene un prometedor futuro por delante, va a ser jugador blue en cuestión de horas, antes de que esta noche se cierre el mercado de fichajes en Inglaterra.