El exfutbolista argentino Diego Armando Maradona lamentó el fallecimiento del dictador cubano Fidel Castro, a quien calificó como un "segundo padre", y aseguró que su desaparición supone para él "el dolor más grande" después de la muerte de sus progenitores.
"Me llamaron de Buenos Aires y fue algo muy chocante. Me agarró un llanto terrible, porque Fidel fue como mi segundo padre. Yo viví cuatro años en Cuba y Fidel me llamaba a las dos de la mañana para hablar de política, o de deporte, o de lo que se diera en el mudo, y yo estaba dispuesto para hablar", sostuvo Maradona en diálogo con el canal deportivo argentino TyC Sports.
En ese sentido, el exfutbolista argentino dijo que este es el recuerdo "más lindo" que le queda.
"Cuando había algún evento siempre me llamaba para ver si quería ir, si quería colaborar y esto no se olvidará fácilmente", agregó.
Desde el palco 107 del Arena Zagreb, donde asiste a la final de la Copa Davis entre Argentina y Croacia, el campeón del mundo en México 1986 añadió: "Después de esto, de la Davis me voy para La Habana. Quiero estar con Raúl (Castro), quiero estar con los hijos, quiero estar con el pueblo cubano que me dio tanto. Y despedir a Fidel, a mi amigo".
"Todavía no hablé con nadie, porque es muy fuerte todo lo que está pasando. Viendo la televisión antes de venir para el estadio es muy penoso ver que se festeje una muerte. Es muy triste. Da asco", agregó sobre las celebraciones de opositores al régimen cubano tras el fallecimiento de Castro.
"Después de las muertes de Tota (su madre) y mi viejo, es el dolor más grande que tengo, de verdad. El número uno de los revolucionarios fue el Che, con Fidel a la cabeza. Yo vengo en el pelotón de atrás", sostuvo apesadumbrado.
"Lo van a cremar. Y poder decirle toda la gratitud que tendré toda la vida. Él me habló muchísimo de la droga, me habló muchísimo de recuperaciones, me habló de que podía y pude. Y estoy aquí, hablando de él y lamentablemente hace tres años, quizás en el inconsciente mío, me fui a despedir", concluyó.