¿Cuál fue el último equipo que consiguió meter tres goles al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón? Es una pregunta retórica que sólo busca evidenciar el gran partido que realizó el Real Madrid. Un equipo, constantemente criticado, que no pierde en Liga desde abril del pasado año. ¿Puede mejorar? Sí. ¿Puede ser más fiable? Complicado.
Compromiso. Esa fue la palabra clave. En la que se sustentó la victoria blanca. El compromiso de todos, incluidos Gareth Bale y Cristiano Ronaldo. Una característica que se da por hecho en el Atlético pero que se pone en duda en el Real Madrid. Y al fin y al cabo, fue un Madrid del que Simeone se sentiría muy orgulloso. Ordenados, con intensidad de principio a fin, generosos con el compañero y como novedad, y esto es importante, tácticamente no fueron inferiores al rival. No si quiera ante un Atlético que siempre cuida al máximo estos detalles. El mal estado de forma de Benzema propició la situación ideal para Zidane. Prescindir del delantero para formar un 4-4-2. Lo que ningún atlético quería. Y por algo sería. Si a la calidad de los jugadores del Madrid le añades un sistema compensado y solidaridad, tienen más opciones de ganar siempre. Y más si las jugadas claves favorecen a los blancos y Ronaldo, como pasó, tiene ese día que se le había resistido esta temporada.
El partido fue un frontón en sus primeros minutos. Dos equipos muy parecidos. El mismo sistema en el Atlético y en el Real Madrid. Los dos, con presión alta, sin dejar ni un segundo para que el adversario tuviera tiempo para pensar. Simeone, con el once esperado. Fernando Torres fue la mini sorpresa. Saúl y Carrasco en las bandas, bien tapados por Carvajal, Marcelo y las ayudas de Bale y Lucas Vázquez. Zidane, que ha podido evidenciar a muchos críticos, apostó por Ronaldo e Isco en la delantera, Bale en la izquierda y Nacho como central. Esta última decisión es la más valorada. Un entrenador del que se afirma que toma decisiones populares en la plantilla, dejó al capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, en el banquillo en un derbi. Nunca sabremos que habría pasado con el de Camas pero el partido de Nacho, como el de Varane, fue descomunal. Zidane salió como el césar del Calderón.
Nacho, como un central que está demostrando que vale más que para cumplir.
Sin embargo, y como pasaba hace años, el que decidió el partido fue Cristiano Ronaldo. Un gol de falta, con fortuna, un penalti que él mismo provocó y un contraataque. Tres jugadas, tres goles y la prueba, quizá, de que el portugués tiene que enterarse de que si sitio en los próximos años está en la delantera y no en la banda. Así, como referencia, estuvo a punto de marcar el primer tanto del partido al rematar de cabeza un centro de Marcelo que Oblak sacó desde la misma línea de gol. Fue la mejor y casi la única ocasión en los primeros veinte minutos. Hasta entonces, imprecisiones, fueras de juego, faltas, rechaces… cualquier cosa menos una jugada limpia que sólo parecía que pudiera salir de un Isco soberbio con libertad. No cargarle con excesivo trabajo defensivo, otro acierto de Zidane.
En el minuto 23 se abrió el marcador. Una falta muy lejana de Ronaldo fue desviada por Savic, en la barrera, para despistar a Oblak. Vista la igualdad de los primeros minutos, era clave quien se adelantara en el marcador. Con ventaja, el Madrid pudo vestirse con su vestido preferido: el del repliegue y contraataque con espacio. Los blancos fueron mejores hasta el descanso. Sin crear demasiadas ocasiones, salvo un disparo de Ronaldo a la media vuelta, pero teniendo la situación controlada. Y eso es mucho decir si el escenario es el Vicente Calderón.
Tras el paso por el vestuario, el Atlético de Madrid sí tuvo ese momento para meterse en el partido e igualar el marcador. 15 minutos de aquel Atlético de hace años: con más pasión que fútbol. Carrasco y Griezmann fallaron. Torres ni apareció. Y así hasta el minuto 71 donde Ronaldo mató el partido. Un pase de Isco al espacio propició un balón dividido entre Savic y Cristiano. El portugués fue más inteligente. Metió el cuerpo, el defensa se fue al suelo y fue hacia las piernas. Penalti tonto, pero penalti al fin y al cabo. Cristiano no falló. Oblak falló al elegir el lado, otra vez y desde este momento y hasta el final, era cuestión de tiempo que el Madrid marcara el tercero. Simeone sacó a Gameiro y Correa pero no cambió nada. El Madrid tenía el partido en el bolsillo.
A los seis minutos, una galopada de Bale terminó en una asistencia de lujo para que Ronaldo marcara el tercero. Llegando desde atrás y con un solo toque. No necesitó más Cristiano. Ese es el fútbol que debe utilizar. Así es más peligroso.
Victoria contundente para el Real Madrid. Un golpe muy duro para el Atlético que está a nueve puntos del líder y que puede terminar sexto en la clasificación. Y lo consiguió sin su pareja de centrales titular, sin dos de sus tres medios titulares y sin ninguno de sus dos nueves.
Ficha técnica
Atlético de Madrid, 3: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe Luis; Gabi; Saúl, Gabi (Correa, m.61), Koke, Carrasco; Griezmann y Fernando Torres (Gameiro, m.61)
Real Madrid, 3: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Nacho, Marcelo; Kovacic, Modric; Lucas Vázquez (Asensio, m.85), Isco (Benzema, m.79), Bale; y Cristiano Ronaldo (James, m.83)
Goles: 0-1, m.22: Cristiano Ronaldo, de falta; 0-2, m.71: Cristiano Ronaldo, de penalti; 0-3, m.76: Cristiano Ronaldo
Árbitro: Fernández Borbalán (Comité andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Gabi (m.25) y Koke (m.62), del Atlético de Madrid; y a Cristiano Ronaldo (m.62), del Real Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada de la LaLiga Santander 2016/17 disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 54.000 espectadores. Julen Lopetegui, seleccionador español, presenció el partido desde el palco