Diego López, actual portero del Espanyol, pasó por los micrófonos de El Primer Palo, con Juanma Rodríguez. Una entrevista que se había hecho esperar tras unos años turbulentos en los que Diego, portero del Real Madrid por aquel entonces, fue excesivamente criticado y prácticamente sólo Juanma lo defendía en los medios de comunicación.
Pregunta: ¿Cómo estás en el Espanyol? Próximo partido ante el Alavés...
Respuesta: Estamos creciendo. Esperamos poco a poco ir creciendo. Ha costado al principio. Yo estoy muy contento, una nueva experiencia tras el paso por el Milán. Es una alegría volver a la liga española. El grupo está con Quique a muerte. Estamos trabajando para mecanizar lo que quiere el míster lo antes posible. Hay un gran grupo y el club tiene paciencia para afrontar el futuro.
P: ¿Cómo fue tú experiencia en Milán? De repente te perdimos la pista. No seguimos la liga italiana tanto. ¿Acabaste contento?
R: Llegue en un momento complicado para la entidad. No era el Milán que todo el mundo conoce de décadas anteriores. Estaba en un proceso de reconstrucción. A nivel individual, fueron grandes temporadas. El año pasado, entre que físicamente tuve problemas que se agudizaron de años anteriores y detrás venía un chaval que todo el mundo habla bien de él (Gianluigi Donnarumma)... es un portento, sale uno de un millón. Tuve la suerte, o la desgracia, de entrenar, convivir con él. De que él haya aprendido de mí y yo de él pese a su corta edad. Fuera del fútbol, una gran ciudad. Siempre es positivo cambiar de ciudad, de país, el cambio de idioma para mis niñas. Muy contento.
P: Para ti supuso un momento de alivio tras años de estrés. Yo me preguntaba cómo debía estar pasándolo Diego (en el Real Madrid) en un momento muy complicado. ¿Llegaste a acudir a un psicólogo?
R: No. No me hizo falta porque estaba preparado. Era el momento ideal para esa situación. Y por eso lo viví tan normal. Desde dentro disfruté muchísimo. Cuando una persona está ante esta tesitura de dificultad, de que todo se ve al detalle, es cuando tiene que exprimir al máximo su talento, su esfuerzo, su trabajo diario. Siempre he tenido la conciencia muy tranquila. No me hubiera gustado dejar el Madrid, pero son circunstancias que se produjeron y son decisiones que tienes que tomar. No me arrepiento porque no es bueno mirar atrás y pensar que hubiera pasado. Me quedan años para disfrutar del fútbol.
P: Tengo la sensación de que muchas personas pegaban una patada en el culo de Karanka y Diego López para darle patadas a José Mourinho. No se atrevían con él.
R: No lo sé. Yo intenté hacer mi trabajo. Cumplir con mi obligación que era entrenar y jugar si el míster me ponía. Y nada más. La gente habla, criticaba o aplaudía, pero como hacen en muchos sitios. Sí, es evidente que nunca se había vivido una situación así en el Madrid o en el fútbol español. Era el tema del que se hablaba a diario pero yo vivía aislado. No me importaba demasiado lo que se dijera. Es lo que haré hasta el día que cuelgue los guantes. Son opiniones y, ante eso, no pudo hacer nada.
P: Pero llega Ancelotti y cuando todo el mundo daba por hecho que iba a poner a Casillas, va y te pone a ti. ¿Qué pensaste?
R: Ese día, primer partido de Liga contra el Betis, es uno de los días más felices de mi vida. Con Mourinho no tenía la titularidad ganada, nunca me dijo que iba a jugar así siempre, sino que tenía otro portero detrás y que no me podía regalar, pero fue un salto de entusiasmo y de emoción para seguir luchando por todo lo que había luchado en mi vida.
P: ¿La persona que peor te lo ha hecho pasar y que peor se ha portado contigo ha sido Vicente del Bosque?
R: Tampoco. He estado agradecido porque me hizo debutar con la selección. Luego salí porque él consideraba que había otro que estaba mejor que yo. Nada que objetar. Pero me encantaría, porque no he podido, poder hablar con él porque todo quedaría mucho más aclarado personalmente. Hablar cara a cara. Tener una charla e intercambiar opiniones pero admito el papel complicado del seleccionador.
P: Cuando vuelves a España, ¿has conseguido pasar página con la prensa? Tiene que ser duro ver a las personas que ahora vienen de amiguitos.
R: Esos peores momentos, los que peor lo pasaron fueron mis amigos, mi mujer y mi familia. Yo estaba en el campo, afortunadamente, y sólo escuchaba al público. Algunos me aplaudían y luego me he dado cuenta, cuando viajo a Madrid y por Europa, que muchos madridistas me reconocen la etapa que pasé. Sólo quise ser profesional, ser madridista, defender los valores de este gran club que ha tenido durante su historia. Por encima de cualquier jugador. Al final es lo que va a quedar y me siento orgulloso. Es evidente que no he tenido un trato fácil con los periodistas. Se me ha analizado con lupa en muchos aspectos, pero también es normal porque era el portero del Real Madrid. Yo soy el primero que más se exige. No he podido o no he sabido dar más en el campo.
P: ¿La selección es una etapa que has cerrado?
R: No. Por supuesto que no. Me encantaría volver pero no se debe pensar en ello. Tengo que hacer mi trabajo pero la temporada es muy larga. Para llegar a la selección, tienes que estar a un gran nivel siempre. Tener mi experiencia siempre ayuda, pero la selección se ha rejuvenecido mucho. Hay jugadores con 33 o 35 años en la selección. Para mí, el DNI no importa mucho. El fútbol ha cambiado y ahora aguantamos más. Si te cuidas como yo he intentado, llegas con 35 años en un buen estado de forma por no decir en el mejor de mi carrera.
P: ¿Mantienes relación con José Mourinho?
R: Sí.
P: ¿Qué te dice mi José?
R: (Risas). No se puede decir.
P: ¿Mantienes relación con Arbeloa?
R: Sí.
P: ¿Y con Xabi Alonso?
R: También.
P: ¿Con Iker?
R: No. Pero pongo paréntesis y lo explico. Si le veo, le saludaré y no tendré ningún problema para ir a comer.
P: ¿Tú sentiste que él te ayudó?
R: Yo sentí que las cosas cambiaron de la primera a la segunda etapa. Yo creo que él estaba pasando una mala etapa con la lesión y no estar jugando y hay que entender su postura. No me sentí perjudicado por él en el vestuario o por algún tipo de gesto. Todo fue muy correcto.
P: Diego coincidió con Zidane como técnico y como jugador. ¿Tú pensabas que iba a ser entrenador cuando coincidiste con él como jugador?
R: No, no lo pensé, la verdad, pero cuando ya era segundo entrenador, tenía algo que muy pocos tienen. Tiene un respeto y una admiración del jugador que puede suplantar que no haya sido el prototipo jugador-entrenador. Aunque no sea un Guardiola o Mourinho, llega al jugador muchísimo. Él quería ayudar mucho al grupo de manera individual y de manera colectiva en momentos puntuales. Siempre estaba ahí. Me alegro mucho, porque es una persona fantástica, que gente así esté en el fútbol y en el Madrid.