Fútbol, fútbol y más fútbol. Así se puede resumir cómo ve este deporte y su carrera profesional el nuevo entrenador del Alcorcón, Julio Velázquez. Pese a su juventud, apenas cuenta con 35 años, el míster salmantino denota con sus palabras que entiende a la perfección el fútbol moderno sin olvidar la esencia tradicional del mismo. Lejos de desgastarse con épocas pasadas, Velázquez prefiere centrarse en el día a día sin perder energías en lo vivido anteriormente y con el balón como obsesión bien entendida.
Alejado de los rencores o elementos extradeportivos que rodean en ocasiones al fútbol actual, el técnico del Alcorcón sigue acumulando experiencia tras su paso por equipos como el Polideportivo Ejido, Villarreal, Murcia, Betis y Os Belenenses (Portugal).
El Grupo Libertad Digital ha podido charlar en exclusiva con Julio Velázquez para conocer de primera mano sus sensaciones en su nuevo equipo, al que entrena desde hace cinco jornadas, y su valoración acerca del estado de salud del fútbol nacional, concretamente de la Liga 123.
Pregunta: ¿Cómo está el equipo después de ganar al Reus de cara a visitar Cádiz?
Respuesta: Ganar te da un refuerzo a nivel emocional. El equipo está creciendo en todos los sentidos, dentro y fuera del campo, y eso en una liga como ésta es vital. De cara a Cádiz, estamos preparando muy bien el choque. Sabemos que es complicado. Es un equipo muy sólido y comprometido, pero nosotros venimos en una buena dinámica y estamos esperanzados con poder sumar en esta visita.
P: Es una categoría larga y hay que estar preparados para buenas y malas rachas, ¿verdad?
R: Es así. Segunda, sobre todo a nivel logístico, ha crecido mucho y hay una buena estabilidad económica que ha permitido a los equipos crecer. En base a ese crecimiento se ha igualado mucho la competición. Eso ha provocado que todos puedan ganar o perder contra cualquiera y las diferencias son mínimas. Es cierto que ahora es el Levante el equipo que ha conseguido sacar una buena ventaja, pero es una liga de momentos y todos vamos a pasar por mejores y peores etapas. Lo importante es que el equipo y su entorno tengan claro esto y a partir de ahí convivir con estas situaciones. Nosotros, por suerte, lo tenemos claro.
P: ¿La evolución en los últimos años del Alcorcón ha provocado que la permanencia sea un premio menor en Santo Domingo?
R: No, no tenemos presión de ningún tipo. El ambiente aquí es muy normal. Cuando llegamos, la situación era difícil, pero la gente nos ha dispensado un trato excepcional tanto en casa como fuera. La afición sabe lo que es el Alcorcón y nos basamos en la humildad, el trabajo y el espíritu colectivo. El objetivo después del inicio que hemos tenido está claro y es la permanencia. Viendo la dureza de la competición nos queda claro que será complicado y tenemos que estar muy unidos para convivir con la incertidumbre de ganar, perder o empatar. Tenemos que manejar el hecho de que podemos entrar en descenso, salir de la zona baja, estar cerca de la misma… A partir de ahí ir rascando puntos y buscar los 47, 48, 49 o 50 puntos en los que puede estar la permanencia.
P: ¿Se ha cumplido el objetivo de solidificar el equipo tras los primeros partidos?
R: Sí, el equipo está evolucionando en el plano futbolístico. En líneas generales queremos atacar con 10+1 y defender con 10+1. En ese sentido el equipo se está reorganizando bien en el bloque alto, medio y bajo y también estamos creciendo con la pelota. En Getafe lo demostramos aunque perdimos. El bagaje es positivo a nivel cuantitativo y cualitativo, a la par que en sensaciones.
P: ¿Qué aspecto le preocupó más al llegar al Alcorcón?
R: El fútbol es un todo. No es una cuestión fraccionada. Lo primero fue conocernos todos de verdad a nivel futbolístico y humano. Es vital el compromiso, algo que está siendo excepcional, y los entrenamientos están siendo muy buenos. Eso se traslada a la competición. Cuando coges un equipo en descenso te centras un poco más en el terreno mental, pero hay que trabajar con normalidad y no hacerlo con ansiedad. A esto hay que añadir responsabilidad. Soy muy positivo con este grupo.
P: ¿Hay poca paciencia en el mundo del fútbol viendo la destitución de algunos de sus compañeros?
R: No hay que desgastarse en esas cosas. El negocio está montado así, genera mucho dinero y no hay más. El entrenador tiene que convivir con ello. Nos van a fichar, echar, dimitiremos, nos cantarán, nos maldecirán… Este es el negocio y hay que convivir con estas situaciones porque no pasan de un año a otro sino que pasan de una semana a otra. Si quieres dedicarte a esto no te puedes desgastar en esas cosas.
P: Con 35 años y varias temporadas en Segunda, ya tiene mucha experiencia ganada en clubes como Villarreal, Murcia o Betis, por ejemplo. ¿Hay cierto desconocimiento de la categoría en líneas generales y eso genera una presión desmedida en algunos clubes?
R: Es algo muy simple. Esta categoría está muy igualada porque ha evolucionado a nivel de un control presupuestario regido por la situación real de cada club y en base a eso, a su activo y a su deuda, ha llevado a igualar la categoría. Eso genera que cualquier equipo pueda estar arriba o abajo. No somos animales y nuestra condición humana nos lleva a tener sentimientos como la pasión que va unida a la historia de cada club. Esas connotaciones nos llevan a ir más allá de cómo es una liga. Según van pasando los años y vas acumulando experiencias prefiero no desgastarme con aspectos incontrolables. En la vida hay que empatizar y aceptar las cosas como son. El tiempo hace que se vea quién es cada quién, cómo son las personas, si una situación se repite o no en un lugar determinado, por qué pasan las cosas… No hay que perder el tiempo ni desgastarse.
P: ¿Cómo es convivir con jugadores como David Navarro que tienen su edad o más y han vivido de todo en el fútbol?
R: Tengo 35 años, pero llevo entrenando 20 años. Esa situación ya casi no se da. He llegado a entrenar a jugadores que me sacaban 7 años, que habían jugado 200 partidos en Champions y que habían ganado la Eurocopa. En ese sentido, no ha habido nunca ningún problema y ahora no va a ser el caso. David Navarro es una excelente persona. El jugador juega y el entrenador entrena. El respeto siempre ha sido el denominador común. Soy exigente, pero respetuoso. El jugador profesional que viene de ganar cosas importantes suele ser el más respetuoso. Son futbolistas top por algo.
P: ¿Cuál es su metodología de trabajo cada semana?
R: Veo los últimos seis partidos completos del equipo al que nos vamos a enfrentar y de los once encuentros de la jornada veo el tiempo de juego de todos ellos. También tengo a mi equipo técnico que tiene divididas sus competencias. Me gusta, todo lo que puedo, ver fútbol en directo aunque es complicado. También me gusta viajar y ver todos los partidos que puedo incluso de Primera División o en países cercanos. Lógicamente te centras más en los partidos de la categoría en la que estás entrenando.
P: ¿La Copa del Rey molesta teniendo en cuenta que el objetivo principal es la Liga?
R: Para mí, la Copa del Rey es un torneo precioso y hay que darle muchísima importancia. Hay que contextualizar esta competición. Hay que ver la estructura, cuándo juegan los equipos de Primera, la aparición de los conjuntos europeos y el formato. Desde mi punto de vista tendría más emoción a partido único sin desmerecer la grandeza actual de la Copa. Lo que no podemos hacer es creer que un equipo de Segunda puede llegar a las semifinales porque el formato y la estructura lo hacen muy complicado. Eso sí, cada vez que tengamos un partido enfrente iremos a ganarlo, como el duelo ante el Espanyol, pero nuestra prioridad es la permanencia.
P: ¿Cómo ve la categoría?
R: De forma global, la veo muy igualada. El control económico ha sido un acierto brutal y en el fútbol profesional español se están haciendo muy bien las cosas a nivel organizativo y logístico. Eso aumenta la seriedad y todo lo que rodea al fútbol. Esa igualdad es muy positiva. Veo momentos en el campeonato aparte del famoso listado de presupuestos. Cada equipo tiene sus objetivos. Por plantilla creo que el Levante y el Rayo tienen las dos mejores. El Getafe es otro de los clubes con un gran equipo. Aún así, cualquiera puede lograr con relativa facilidad un buen ciclo positivo o negativo, no de tres victorias consecutivas, pero sí de siete puntos de doce, por ejemplo. En esta liga puede pasar de todo.